miércoles, 30 de julio de 2008

Jaynu

La palabra "Jaynu" (aymará) se refiere a las hebras que actúan como guía para la trama de un tejido. Es así que las imágenes del vídeo se transforman conceptualmente en esas hebras, y las videastas, en las tejedoras. Tejedoras de una trama constituida por una realidad documentada, conformando el bordado de una manta virtual, que lleva impresa en sus diseños la simbología femenina ancestral andina. Enfocada principalmente en la variante de sus roles y funciones en el tiempo.
La vídeo-instalación, está conformada por dos videos, que se proyectan enfrentados de pared a pared. Cada video representa un tiempo femenino; el pasado y el presente, cuya unión se da a través de un mismo audio, que entrelaza el tiempo en un mismo espacio físico. Compartiendo así, un diálogo entre lo sagrado y lo profano, lo mundano y lo trascendental frente a frente, representando la dualidad de una misma esencia; la femenina. Del mismo modo cada proyección representa a cada una de las artistas, enfrentando no sólo dos tiempos, sino dos personas (las dos tejedoras).
Al centro de estas dos proyecciones esta el espectador prisionero de los dos universos femeninos expuestos.
Museo Nacional de Arte, primero de agosto, hrs. 19:00

martes, 29 de julio de 2008

Diarios basura

Amigos, Hermanos y Compañeros Bolivianos.
Proponemos a toda la sociedad boliviana, que el 12 de agosto próximo sea declarado "UN DÍA SIN DIARIOS BASURA EN BOLIVIA".
Todos podemos contribuir a que los diarios de bolivia sean más imparciales y objetivos, ofreciendo al ciudadano información, al menos de diferentes opiniones y posturas.
También para que sus titulares enuncien los hechos y dejen de cargarlos con adjetivaciones y expresiones tendenciosas.
Démosle donde les duele, el dinero.
Para que Bolivia tenga libertad de expresión, y no solo libertad de empresa.
Por Bolivia, exijamos que los diarios coloquen por igual las opiniones de diversos sectores y posturas.
Si los diarios basura de Bolivia no se avienen, profundizaremos la campaña en el futuro con "Dos Días Sin Diarios Basura".
POR TODO ESTO PROPONEMOS A LA SOCIEDAD QUE EL PRÓXIMO DÍA 12 DE AGOSTO, NO COMPREMOS NINGÚN DIARIO DE PAPEL EN BOLIVIA. EJERZAMOS NUESTRO DERECHO A LA INFORMACIÓN DE VERDAD

lunes, 28 de julio de 2008

Antes de partir


"Pensé que me liberaría saber cuánto tiempo me queda de vida, pero resulta que no", dice un enfermo de cáncer a otro, al enterarse que a ambos les quedaban apenas unas semanas de vida.
Jack Nicholson interpreta a Edward Cole, un egocéntrico empresario dueño de varios hospitales que, de un día para otro, se encuentra con su vida vacía y una enfermedad terminal.
Su compañero de cuarto, Morgan Freeman –interpretando a Carter Chambers- también tiene los días contados y esboza una lista de las ocho cosas que le gustaría hacer antes de morir. Igual que muchos de nosotros, en los blogs.
"45 años pasan volando, como humo por un ojal", dice Jack a su compañero de hospital, al convencerlo de que iniciara con él la aventura más importante de sus vidas: intentar hacer las cosas que les gustaría hacer antes de morir. Así, Edward y Carter, saltan en paracaídas, hacen una competencia en automóviles antiguos y visitan el Taj Majal.
Edward había vivido su vida ocupado en los negocios. Tenía dinero, mucho, pero no tenía lo más importante: alguien que lo visite en el hospital, además de su asistente. Por su parte, Carter era un profesor que, por las preocupaciones cotidianas –hijos, hogar y cuentas- había dejado todos sus sueños atrás hasta convertirse en un desconocido para sí mismo.
Una de mis películas favoritas de Jack Nicholson es About Schmidt. Mirar cómo se derrumba la vida de este jubilado, egocéntrico también, me sorprendió. Me pregunté que pasaría conmigo si, a mis setenta años, despertara al lado del Escudero y me preguntara: ¿qué hago al lado de este viejo?, pero inmediatamente después me pregunté ¿qué haría si me quedara viuda de pronto?
Ésas son las preguntas que las últimas películas de Nicholson me provocan.
Hace algunas semanas respondí un meme que preguntaba sobre las ocho cosas que me gustaría hacer antes de morir. The Bucket List, en la película.
Voy a añadir a esa lista dos cosas:
1. No encontrar una película cuando sea anciana que me recuerde que alguna vez la vida me alertó, diciéndome que el presente es le mejor regalo de la vida.
2. Deleitarme los domingos mirando películas y después leyendo cosas como éstas:
"¿Qué papel interpretará ahora, después de haber hecho de un viejo moribundo para esta película?", se atrevió a preguntar un intrépido periodista británico. "Voy a hacer de un asesino serial que mata a los reporteros que hacen preguntas estúpidas", fue la respuesta de Jack, el destripador.

CEJIS


El pasado 11 de julio, el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) festejó su 30 aniversario.
Me hubiera gustado estar presente el día de la celebración, porque fui parte de esta familia. Junto a CEJIS acompañé la V Marcha Indígena y Campesina por la Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria y por la modificación a la Ley INRA, realizada entre octubre y noviembre del año 2006.
Junto a CEJIS, también, desarrollé la campaña de las gigantografías sobre temas indígenas, que fueron derribadas por los grupos oligárquicos cruceños, incapaces de aceptar que en las tierras bajas existen otras voces, otras maneras de pensar.
Hoy, que tengo un poco de tiempo, deseo expresar, desde la distancia, mis sinceros deseos de que instituciones como CEJIS, altamente comprometidas con las demandas indígenas y campesinas y con la lucha contra el latifundio que impide el desarrollo de Bolivia, continúen la lucha en la que convergemos.

jueves, 24 de julio de 2008

Epitafio


Tenía una amiga que no encontraba trabajo hacía más de dos años y el sueldo que ganaba como maestra no alcanzaba para nada. A pesar de estar casada, de su esposo no recibía más que disgustos y decepciones. Todavía lloraba amargamente la muerte de su madre, ocurrida hace varios años, se encontraba enferma y toda su vida se resumía en un melodrama de la vida real capaz de conmover al más insensible de los corazones.
Cuando en marzo pasado se me presentó la oportunidad de ayudar a dos personas otorgándoles trabajo, pensé en ella y la convoqué. Con lágrimas en los ojos agradeció mi gesto y me comunicó el profundo agradecimiento de toda su familia por haberla apoyado cuando más lo necesitaba.
Yo me sentí bien, creí que las amigas están para eso, para ayudar.
Pero a las dos semanas me comencé a arrepentir. Mi amiga llegaba siempre tarde y además no tenía idea de hacer periodismo. No sabía ni siquiera lo que era gmail. Intenté ayudarla durante varios días y la cosa iba de mal en peor. Prácticamente no aportaba. Sus notas eran un desastre. Nunca se podía contar con ella, porque llegaba tarde o había pedido permiso. Al principio se disculpaba, pero al pasar de las semanas ya se sentaba en su escritorio y me miraba desafiante.
Las cosas no iban bien. No nos pagaban por el proyecto, pero yo lo hacía igual, porque lo había concebido. Hasta que me cansé de trabajar en el oscuro mundo de la informalidad. Me alejé del proyecto hasta que las cosas se formalizaran.
Y mi amiga encontró en mi decisión la oportunidad perfecta para mostrar su verdadera cara. De la manera más cínica impuso sus horarios a pesar de ser una de las pocas que había cobrado por lo menos una parte. Su negligencia llegó a límites insospechados desnaturalizando mi proyecto.
Yo solicité volver, para reencausar las cosas. Me dijeron "gracias, lo necesitamos". Pero adivinen qué: Mi amiga se opuso.
Cansada de que se repitieran deslealtades vividas en el pasado, sintiéndome herida en lo más profundo por esta bofetada, incrédula aún hoy de lo bajo que pueden llegar algunas almas, decidí decir por escrito toda la verdad.
Con la misma cara lastimera con la que a mí me conmovió acudió a pedir solidaridad a todo el mundo asegurando que yo mentía. Que en realidad ella era una buena trabajadora y merecía la compasión del mundo entero.
Gente ingenua como yo le creyó, pero estoy segura de que no por mucho tiempo. Su incapacidad y negligencia serán mi reivindicación. Quiero ver cuánto le dura la camarilla que formó. Quiero ver cuánto la aguantan sus actuales defensores. Quiero, en fin, que justifique su sueldo, hasta ahora ganado de manera deshonesta y desleal.
Yo ya le puse el epitafio a la tumba de mi proyecto:
La traición se llama Sandra Durán.

miércoles, 23 de julio de 2008

Posdata

Ah! Me olvidaba. Nosotros somos su ejército.


Batalla campal



Daniela se encuentra librando una batalla campal en defensa de su proyecto y de sus principios. Hasta ahora vamos bien. Comenzó por incendiar los alrededores. Me mandó a agradecerles las buenas vibras. Esito sería. Debo volver al combate.

martes, 15 de julio de 2008

La informalidad


- Hace tres meses dejé mi trabajo estable y mi sueldo puntual por una apuesta arriesgada.
- Creía firmemente que lo que se me decía era verdad.
- Pero claro, no era verdad.
- Cuando llegué no había proyecto.
- Construimos el proyecto, pero después de unas semanas, no había sueldo.
- Después de unos meses, ya no había ni proyecto.
- Y claro, me pasé tres meses cobrando tarde, mal y nunca.
- Mientras tanto, mis deudas crecieron.
- Ahora se nos acabó hasta el gas.
- Previendo que la cosa iría de mal en peor, busqué otro trabajo.
- Más bien lo encontré, aunque ahora ya no sé.
- Desde que llegué me dijeron que tenía que hacer una campaña.
- Hice la campaña pero ayer decidieron que la campaña no se hará.
- Y que se me contratará como eventual.
- Mientras se diseña otro proyecto
- Entre tanto, del anterior proyecto me volvieron a llamar.
- Me dijeron que mientras se aclaran las cosas podría incorporarme a otro lado a trabajar.
- La idea es hacer una campaña de prensa.
- Un compañero iba a estar a cargo.
- Pero en la noche me llamaron y me dijeron que me haría cargo yo.
- Miro a todos lados y veo que en todas partes es igual.
- Que la informalidad nos ha ganado la batalla.
- Que lo anormal es ser seria y formal.
- Y cumplir y esperar.
- Y como soy tan radical,
- Y veo que estamos de trapecistas en la cuerda floja.
- Me pregunto qué pasará
- Si en agosto todo sale mal
- Y nos vamos todos a la mierda.
- Por eso decidí
- Que mientras todo siga así
- Voy a continuar escribiendo en mi blog,
- Haciéndome la de la vista gorda, como el Cardenal

Paceña, así sin más


Siempre me he considerado boliviana, por encima de todo regionalismo,. Pero mirando hacia adentro, quiero decir que me siento orgullosa de haber nacido en las faldas del Illimani. Por eso ayer, le dije a la Tutty, al Escudero y a los dos enanos que, siendo yo la única paceña de la casa, el 16 de julio quería verlos en fila en la mesa del desayuno, entonando el Himno a La Paz.
Me miraron chueco, obvio, pero no me importa. Igual, aunque sea solita, cantaré el Himno a La Paz.
Y no sólo eso, no. Coordiné con unos amigos reunirnos para festejar nuestro inusitado paceñismo con una jornada de chelas y platos paceños: Una familia hará, claro, plato paceño. La otra, ají de fideo. Nosotros ají de papalisa con chuño y la otra llevará las cervezas.
Y como música de fondo, el más paceño de todos: El Papirri, con su Metafísica Popular, la genialidad paceña expresada en frases y contrasentidos frecuentes en nuestro lenguaje, tan particular:

Si tu equipo es puntero de la cola
Mañana hay paro movilizado
Por qué comes primero el segundo
Tu guagua chiquita bien grande está.
***
Estoy caliente con este frío
Un día me he farreado tres días
A ver señora comenzá por el final
***
Chico, chico, se está quemando el agua
Mañana voy a subir abajo
No seas tan así sete más como eres
Por qué eres tan como se llama
***
Mi marido según yo es fiel pero no creo
Vivo en Alto Chualuma bajo
Tan frío tu helado casera
El trámite lo han hecho de forma informal
***
Jugamos pasanaku entre cien somos mil
Ayer hemos abierto a puerta cerrada
Con ella era normal estar mal
Los que quieran irse de mi partido bienvenidos
***
Con pasado mañana son dos días que no tomo
Bien grave tu agudo che
Soy del MLI 1 histórico
Auténtica vanguardia de derecha
***
Andando nomás paras
Le estás haciendo gastar su plata gratis
Ese caballero era una dama
Bien preocupado estoy pero que me importa
***
Andá a clausurar la inauguración
Qué bien ha salido la entrada
Siempre viene a veces
Si no estoy quiere decir que he salido
***
En Cochabamba todo el día hay vida nocturna
Caserita dame un ahogadito para revivir
Tres menudos grandes y un vacío lleno
Hace un frío infernal, che
***
Mis pies son un verdadero dolor de cabeza
Ahura vas a ver mañana
En El Alto el ciudadano medio es bajito
La palabra, señor presidente
Ésta es una verdadera mentira
***
He conseguido un cuarto con tres habitaciones
Muerte sucia a puñalada limpia
¿qué día era esa noche?
Está lloviendo harto pero no mucho
***
Los que bajan en la esquina pueden aprovechar
La Lupe se ha callado en siete idiomas
Qué joven es tu viejo ¿no?
La altura me bajonea, che
***
Lunes, martes miércoles te lo vua entregar, ya
Yo no estoy ni a favor ni en contra, sino todo lo contrario
El pan negro no se hace verde
Está confirmado que se ha cancelado
Pasajeros de Aerosur, sírvanse abordar el Lloyd
El problema con los tenores, es que al subir se bajan
Escuchá pues el minuto de silencio
Yo estaba enamorada de esita pero mi matrimonio me ha separado
***
No te sientas mal de estar bien
El idioma japonés para mí es chino
Los parientes cercanos son bien lejanos ¿no?
***
Vacío está, harta gente no ha venido
Tenemos el mejor trigo del mundo a nivel nacional
He reído hasta llorar
Tengo la barriga llena de hambre
***
Compre Ojo, el periódico amarillo de crónica roja
Tengo todo mi capital invertido en deudas
La ley divina es nomás sagrada
Pero mamá estás escuchando visiones
***
Mal que mal estamos bien
Reecto va a doblar
Tengo unas ideas con las cuales no estoy de acuerdo
Ese alto me llega a los huevos.

Uy cara! Metafísica popular.

Que lo disfruten.

miércoles, 9 de julio de 2008

Los amo


Quizá ustedes ysu abuela crean que cuando se van de vacaciones, nosotros -su papá y yo- también vacacionamos. Pues déjenme decirles que no.
- Que no queremos llegar a la casa, porque está todo en orden.
- Que no existe ningún tipo de ruido y la sala parece un cementerio.
- Que el corazón se nos estruja al pensar en cómo estarán y qué estarán haciendo.
- Que nos echamos junto a Kiko a suspirar, esperando que ustedes vuelvan.
- Que intentamos pensar en cómo será nuestra vida cuando se vayan a la universidad y nos consumen las ganas de llorar.
- Que nos morimos del aburrimiento de tanta tranquilidad.
- Que preferimos mil veces escucharlos pelear y luego jugar, y después volver a pelear y luego bailar, y después cantar, y molestar y saltar y corretear y gritar, pero junto a nosotros, sabiendo que están bien y que podemos abrazarlos cualquier rato, para decirles cuánto, cuánto, cuánto los amamos.
Bienvenidos a La Paz, mis dos mitades. Los amo.

La última sobre Colombia (por ahora)


"La lección -que la realidad colombiana- deja para el mundo y el continente, es que una vez desatados los demonios del odio al otro, de la intolerancia por las ideas ajenas y las secuelas de las interminables venganzas, no hay fuerza humana o divina que recobre la paz y la armonía perdidas".
Colombia: democracia y terror
Ensayo hostórico
Lupe Cajías
Periódico La Prensa, domingo 6 de julio de 2008.
Ojalá que los bolivianos no lo olvidemos.

La vida no me corretea


He aprendido que siempre que estoy en mi etapa compulsiva de trabajo es un síntoma de que se acerca una depresión. Es como si supiera que se me acaba el tiempo antes de que mi energía se agote. Si algo debo hacer, tiene que ser ahora ya que después me derrumbo, como si me desconectaran un cable y, en un momento, estoy convertida en la mujer de la bata que no es capaz ni de contestar el teléfono.
Esto, sin embargo, está lejos de ser un desastre. Por experiencia he aprendido a verlo como un ajuste de vida. Lo veo así: he trabajado demasiado y ahora necesito descansar, hasta que mi sistema se equilibre de nuevo, siempre lo hace. Por las buenas o las malas. Descansando o rompiéndome una pierna, mi cuerpo buscará cómo descansar. (Gwynet Lewis)

¿Será?


Miren los consejos que encontré en una revista para enfrentar los problemas de nuestros hijos en la escuela:

- Cuando los niños demoran en estar listos para ir a la escuela:
Los niños son especialistas en hacer "tortuguismo", porque saben que mamá acabará resolviéndoles el problema. ¿Qué pasaría si esta vez hicieras algo diferente, como llevártelos tal y como estén? Te aseguro que sería una lección de vida que no olvidarían. Pensamos que su autoestima estaría en peligro si llegan al colegio sin calcetines o con la cara sucia, pero las mamás tenemos que intentar ser más valientes para atrevernos a dejarles vivir las consecuencias de ese tortuguismo. Sólo de ese modo, los niños podrán hacerse cargo de sí mismos.

- Si el problema es que olvida sus útiles de la tarea:
La solución está en inventar una; es decir, si no sabe lo que le dejaron, no lo anotó o dejó en la escuela el cuaderno respectivo, entonces tú sacas tu tarea de la casa. Procura que ésta sea espantosa y aburridísima, como copiar de la enciclopedia la historia de los fenicios. Seguro que preferirán no olvidar nunca más la de la escuela.

- No seas su secretaria ni su memoria
Deja a tu hijo que busque su método de estudio. Pregúntale. ¿Cómo te vas a acordar de estos nombres y de estas fechas? Permite que sea él mismo el que busque estrategias y se dé cuenta de sus mejores recursos.

- Si el problema es de conducta:
La solución sería condicionarle los privilegios que tiene en casa a cambio de sus obligaciones en la escuela. "Si Pablo va a la escuela a divertirse, entonces el fin de semana deberá trabajar", mientras sus amiguitos juegan.

El secreto está en resistir tres semanas sin hacer excepción alguna, sin darte por vencida ni confiarte.
Habrá que prbar, ¿no?

Desde el infierno

Existen versiones de que Francia pagó 20 millones de dólares a las FARC en 2003 para que la liberen. Sus declaraciones me parecen un poco extrañas, pero igual se me eriza la piel. Estas cosas, como mantener secuestradas a personas durante tantos años, por ejemplo, no deberían suceder jamás. Por eso reproduzco aquí algunas cosas de su libro Cartas a mamá desde el infierno:

«Lean este libro. Léanlo bien. La voz que les habla los mantendrá despiertos toda la noche. Ella relata su vida cotidiana en la selva, entre los adeptos a la violencia y al odio, con un lenguaje simple y desgarrador. […] Encerrada, atormentada, torturada, abandonada por demasiados dirigentes, durante demasiado tiempo, escondida en las lejanas tinieblas del terror, se la creía muda, muerta. […] Pero Ingrid Betancourt permanece lúcida. Y valiente, heroica. Y libre.»
Prólogo de Élie Wiese, escritor rumano que sobrevivió a los campos de concentración nazis y, posteriormente, dedicó su vida a escribir acerca de los horrores del Holocausto para evitar que la historia se repita), Premio Nobel de la Paz.

Repentinamente, Ingrid Betancourt, cautiva en la selva colombiana desde hace cinco años y nueve meses, da señales de vida: en una larga carta a su madre Yolanda y a su familia, escrita de un plumazo, les recuerda que son ellos los que la mantienen con la cabeza fuera del agua, los que no la dejan ahogarse en el olvido, la nada y la desesperanza. En respuesta, su hija, Melanie, quien suscita opiniones y moviliza gobernantes desde los 16 anos para salvar a su madre, junto con su hermano Lorenzo, le envían un profundo y estremecedor mensaje. Estas dos cartas escritas desde el infierno apuntan directo al corazón, y resumen todo el dolor y toda la grandeza del ser humano.

La primera página
Mañana lluviosa, como mi alma
Selvas de Colombia. Miércoles 24 de octubre 8:34 a.m.
Mi mamita adorada y divina de mi alma. Todos los días me levanto dándole gracias a Dios por tenerte. Todos los días abro los ojos a las 4 am y me preparo para estar bien despierta para oír tu mensaje en La Carrilera de las 5. Esa es mi ilusión diaria, oír tu voz, sentir tu amor, tu ternura, tu constancia y entrega en el compromiso de no dejarme sola. Todos los días le pido a Dios que te bendiga, te cuide, te proteja, y me permita algún día tener la oportunidad de consentirte en todo, darte gusto en todo, tenerte como una Reina al lado mío; porque no soporto la idea de volverme a separar de ti.
Esta es una selva muy tupida, difícilmente entran los rayos del sol. Pero es desierta en afecto, solidaridad o ternura. Por eso tu voz es mi cordón umbilical con la vida. Sueño con abrazarte tan fuerte que quede incrustada en ti (…)
En mis planes de vida, si llega algún día la Libertad, quiero Mamita, que pienses en vivir con nosotros –o conmigo–. No más mensajes, no más teléfonos, no más distancias, no quiero que exista ni un metro de distancia entre tú y yo. Porque sé que todos pueden vivir sin mí, menos tú.
Estoy, mamita, cansada, cansada de sufrir. He sido, o tratado de ser fuerte. Estos casi seis años de cautiverio han demostrado que no soy tan resistente, ni tan valiente, ni tan inteligente, ni tan fuerte como yo creía. He dado muchas batallas, he tratado de escaparme en varias oportunidades, he tratado de mantener la esperanza como quien mantiene la cabeza fuera del agua. Pero Mamita, ya me doy por vencida.
Siento que mis niños están con sus vidas en stand-by esperando que yo salga, y tu sufrimiento diario, y el de todos, hace que la muerte me parezca casi como una dulce opción.
Pienso en mis niños, en mis tres niños, en Sebastián, en Mela y en Loli. Tanta vida ha pasado entre nosotros, como si la tierra firme fuera desapareciendo en la distancia. Son los mismos y ya son otros, y cada segundo de mi ausencia, de no poder estar ahí para ellos, de curarle las heridas, de no poder aconsejarlos, o darles fuerza y paciencia y humildad ante los golpes de la vida, todas las oportunidades perdidas de ser su mamá, me envenenaron los momentos de infinita soledad como si me pusieran un suero de cianuro por entre las venas…
(…) Durante muchos años he pensado que mientras esté viva, mientras siga respirando, tengo que seguir albergando la esperanza. Ya no tengo las mismas fuerzas, ya me cuesta mucho trabajo seguir creyendo, pero que sientan que lo que han hecho por nosotros [familiares, amigos, periodistas, políticos colombianos y los presidentes de Venezuela y Francia] ha hecho la diferencia. Nos hemos sentido seres humanos (…)

Mi reencuentro conmigo










Por si no se puede ver el slide, éstas son las formas en que me encuentro en un apacible domingo después de haberme perdido en los recovecos de la vida:

Leer esta revista:

Revisar todos los diarios:
Mirar una película creyendo que era la del Che con Benicio del Toro y encontrar que me engañaron:

Leer este libro:

Cocinar y comer una deliciosa ranga ranga:


Seguir Leyendo revistas:

Mirar esta otra película:

Y lo más importante, dormir:

jueves, 3 de julio de 2008

Gracias Vero Vero



Verónica siempre me manda cosas que disfruto mucho. Éste es un extracto de una entrevista que mandó a mi mail sobre Eduardo Galeano y su último libro, Espejos. Está demás decir que quiero este libro ¿no?



"El acto de escribir es una tentativa de tocarse con otro"
por Marcelo Pasetti de La Capital
-------------------
Eduardo Galeano, uno de los escritores más importantes de Latinoamérica, acaba de llegar de España e Italia, donde ante miles de personas, en diferentes actos, presentó su nuevo libro "Espejos".


- "Desde hace muchos años estoy dedicado a escuchar las otras voces, las no
escuchadas, de tratar de ver los colores escondidos, y la verdad es que eso
me divierte. Las voces del poder me aburren. Sólo generan ecos, y ecos de
ecos. Son las otras las que valen la pena. Y el libro se refiere sobre todo
a los que estuvieron pero no están en la historia oficial", dice este
intelectual de izquierda.


- "Somos todos africanos. Somos todos emigrados. Ahora lo que hay es una ola
de racismo creciente que me preocupa muchísimo", reflexiona.


- "Me hubiese encantado que 'Las venas abiertas de América Latina', que escribí hace muchos años, allá por los fines del '70, fuese desmentido por la historia. Que fuera un tema de arqueología. Me encantaría eso. Pero el libro parece escrito la semana pasada.
Lamentablemente. Yo no lo celebro".


- Admite, durante la entrevista con LA CAPITAL, que discrepa también "con muchas cosas que suceden en Cuba, en Venezuela o en países donde ocurren procesos de los que me siento "solidario" y dice que no es un "fanático religioso" sino un hombre "que cree en ciertas cosas y que es leal a lo que cree, así como es leal a los que quiere".

- ¿Cómo nació "Espejos"? ¿Cómo se organizó su escritura donde hay tanta historia que no se encuentra en los libros de historia?
- Hay 600 historias que se fueron enhebrando unas con otras. Y al final, el libro terminó de escribirme. Porque cuando son verdaderos los libros te escriben, como el vaso del buen vino te bebe.


En este libro hay un rescate claro y contundente de la mujer. Sin dudas, el aporte de Galeano en la desigual lucha contra el poder del hombre en los manuales de historia...
- Las mujeres han sido reducidas a sombras. Ese dudoso elogio que dice que
detrás de cada hombre hay una gran mujer reduce a la mujer a la condición de
respaldo de silla. La verdad que hubo y hay mujeres muy importantes en la
historia de la humanidad, y que los derechos que las mujeres han ido
conquistando, han sido resultado de una lucha muy ardua y por cierto muy
dolorosa. Durante siete siglos y medio la Iglesia consideró que las voces de las hijas de Eva
ensuciaban la pureza del aire. Y eso no se sabe. No se sabe tampoco que no
se portaron demasiado bien las revoluciones laicas. La Revolución Francesa,
por ejemplo. Cuento una historia que para mí era absolutamente desconocida y
creo que para la mayoría de la gente también, que es lo que pasó cuando la
Revolución Francesa proclamó los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Entonces había una militante revolucionaria que se llamaba Olympia de Gouges
que propuso una declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana y
la mandaron a la guillotina. Le cortaron la cabeza.

- Me aburría la historia, ese desfile de héroes, de museo de cera.
Pero cuando descubro que el pasado es presente, y voy encontrando amigos,
amigos que nacieron y murieron hace muchos años o siglos, ya la cosa cambia.
Se convierte en algo que me toca. Uno escribe, en el fondo, para eso. Y es
para eso que uno publica también, para ofrecer amigos y enemigos, para
decirle, bueno, esto que te dijeron de que el pasado estaba divorciado del
presente no es verdad.

- El acto de escribir es una tentativa de tocarse con otro. Las palabras son como dedos
que te tocan. A veces te arañan, a veces te acarician... Por lo menos es lo
que yo siento. Cuando un libro está de veras vivo respira y toca. Esta es la
continuación del libro por otros medios, en el cuerpo a cuerpo. Traen
cartitas, cosas, confesiones, a veces te cuentan historias. Cosas muy
lindas. O uno que te dice "mirá, mi novia me dejó, y hace dos semanas
que estoy intentando y ni siquiera me contesta el teléfono, pero si le llevo un
libro tuyo dedicado..."(risas). Y ahí se va con el libro dedicado.

- "Espejos" se abre, creo que es el segundo texto, con la
pregunta si Adán y Eva eran negros. La pregunta no es tan loca porque existe
unanimidad entre los expertos, los que entienden del asunto, cuando dicen
que todos venimos del Africa. Fue de ahí que nuestros abuelos aprendieron la conquista
del planeta, cuando no se exigía más pasaporte que las piernas. Somos todos
emigrados. Ahora demonizan a los inmigrantes. En primer lugar somos todos
africanos, que es una cosa que convendría que los racistas supieran. Hasta
los pálidos más pálidos son africanos. Y en segundo lugar, somos africanos
emigrados. O sea, las dos condiciones, negros y emigrados, demonizados en el
mundo de hoy, despreciados por los grandes medios de comunicación.



- Es verdad que hay un desprestigio creciente de la palabra. Siento que hay un creciente desprestigio de la democracia, entre los jóvenes, y un desprestigio de la palabra también,
quizás por el desarrollo de los medios audiovisuales de comunicación. Ya es una responsabilidad de los políticos. Esencialmente creo que son los principales responsables de este desprestigio de la democracia que es también un desprestigio de la palabra porque ellos mienten. Entonces
la gente deja de creer en lo que le dicen.

¿Es la coherencia uno de sus bienes más preciados?


- Sí, la coherencia desde el derecho a la diversidad. Derecho de cumplir con
mi conciencia y no con el deber de obediencia. Yo discrepo también con
muchas cosas que suceden en Cuba, en Venezuela o en países donde ocurren
procesos de los que me siento solidario. Pero no solidario desde la
obediencia incondicional ni mucho menos. Cuando algo no me gusta o me parece
que contradice cosas en las que creo, como la diversidad democrática, el
derecho a la libertad de expresión, eso yo lo digo abiertamente.


- Escribo a mano pero después paso a la computadora. Estuve mucho tiempo
antes de decidirme, por mi antigua desconfianza a las máquinas en general.
Soy medio prehistórico y sospecho que las máquinas beben de noche. Pero
ahora sí, paso en computadora y reconozco que es de lo más útil. En el
libro, te cuento, hay otra historia de esas que no se conocen. Cada vez que
uno usa la computadora, que tan útil es, tendría que dar gracias a un señor
que se llamaba Alan Turing que era profesor en la Universidad de Manchester,
y que hace nada más que 60 años fue condenado por homosexual. Hace 60 años,
no 600 años. La policía lo metió preso por homosexual, él se reconoció
culpable de homosexualidad. Los médicos lo curaron de su enfermedad, y
entonces le crecieron tetas, y se le armó un lío en la cabeza tremendo.
Empezó a sentir delirios de persecución, no salía de su cuarto. El tenía la
costumbre de comer una manzana cada noche. Y una noche inyectó cianuro en la
manzana que iba a comer.


Para cerrar, me gustaría conocer su tesis sobre el automóvil. Usted dice
que nos domina...


- Es el miembro más importante de la familia. El mundo está al servicio del
automóvil y ahora, por ejemplo, el asunto es ver cómo le damos de comer a
los autos, no a la gente. Es un mundo lleno de humanos hambrientos pero más
importante es darle de comer a los autos. ¿Qué pueden comer los autos?
Pueden comer caña de azúcar, maíz, soja, lo que sea, porque el petróleo
está cada vez más caro. Es como que somos máquinas de nuestras máquinas. No estoy
en contra de los autos, pero sí en contra de la dictadura de los autos.

Usted siempre se ocupó de América Latina, con amor pero con dolor también.
¿Cómo ve la región, cuyos políticos parecen no terminar de entenderse en lo
que usted mismo definió alguna vez como el reino de la diversidad?


- Soy muy optimista. Ahora hay una energía de cambio que se manifiesta de
mil maneras. Es una región que por suerte es diversa, y que desde afuera no
se entiende. ¡Qué se va a entender! En Europa, te digo, a veces me cabreaba
con las entrevistas. Hice mil entrevistas y siempre llegaban el punto de
América Latina. Llegaba la pregunta : "¿Y usted qué opina del
populismo?" o "¿le preocupa el populismo?". Al final yo terminé contestando:
"Miré, a mí me parece que la influencia de Berlusconi (Silvio), Sarkozy (Nicolas), y
otros populistas, en América Latina no es tan grave". ¡Que se miren al
espejo! ¿Pero qué es esta absurda costumbre, colonial y
colonialista de tomarnos examen todo el tiempo? ¿Pero qué se creen estos? A
veces me cabreo también. Por suerte, aparece tanta gente linda que uno dice,
bueno, la verdad me formé en el internacionalismo, y en eso creo. El mundo
no merece fronteras. Los mapas del alma no tienen fronteras y uno siempre
encuentra gente linda en todas partes. Pero las ondas dominantes, hoy con la
manija que le dan los grandes medios, a veces te cansan.



- Por ejemplo, ahora en Italia me espantó este otro tema que aparece en los libros que son los
gitanos. Que hay que quemarles los campamentos, que
hay que echarlos a todos. Aunque sean gitanos italianos. El italiano medio
cree que el gitano es un señor que se dedica a secuestrar niños. Los gitanos
roban niños, contesta la gente en las encuestas. En los días en que yo
estuve apareció, y no se publicó casi en ningún lado, por supuesto, un
informe muy interesante, una investigación de la Universidad de Verona
realizada entre 1986 y el 2007. Unos cuantos años de investigación y la
conclusión es que no hay ni un solo caso de secuestro de niños por parte de
los gitanos. Ni uno solo.


¿Y este informe no se difundió?

- No, para nada. La gente está convencida de que los gitanos roban niños.
Pero no los roban. Hay un desencuentro total entre la realidad, tal cual es,
y la realidad tal cual la cuentan los fabricantes de opinión.


-La explotación de los recursos naturales es pan para hoy y hambre para mañana, y no dejan más que agujeros y fantasmas. Esa historia se repite. No porque la historia quiera repetirse.
La historia no tiene el menor interés en repetirse, pero bueno, cuando uno
no aprende de ella está condenado a repetirla. Y eso es lo que nos ocurre.
El monocultivo es devastador. El de la soja ni que hablar.¡Esta sojización de
la Argentina, para colmo con soja transgénica, que es la peor...! Es como
una historia que vuelve. Y no aprendemos, no hay caso. Somos como mulas,
porfiados.¿Esta persistencia por trabajar por nuestra propia perdición qué
explicación tiene? ¿Cómo no nos damos cuenta que tenemos que defender
nuestras riquezas naturales, que son las más importantes? La tierra, el
agua, el aire, las riquezas del subsuelo... Se repite lo de siempre.



Me conmovió

Hay algunas cosas con las que no podría estar de acuerdo y una de ellas es el terrorismo como método de lucha. Algún día les hablaré de mis razones. Y dentro del terrorismo, claro, está el secuestro. Yo no concibo que nadie sea retenido contra su voluntad en ninguna parte. Quizá por eso, la historia de esta mujer me conmovió y aquí la reproduzco.

La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y once soldados y policías recobraron hoy la libertad tras una inédita operación militar, cuyo feliz desenlace fue celebrado por Colombia y numerosos gobiernos.

La acción militar, que se cumplió sin efectuar un solo disparo, se desarrolló en los departamentos selváticos del Guaviare (Sur) y Vaupés (Sureste), desde donde los liberados fueron trasladados a Bogotá, mientras los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves fueron llevados inmediatamente a su país.

Horas después y tras seis años y medio de un secuestro que movilizó a miles de personas en todo el mundo que pedían su libertad, Betancourt, delgada, ataviada con un chaleco y un sombrero militar, llegó a Bogotá junto al grupo de soldados y policías que sufrió junto a ella el cautiverio, algunos durante casi diez años.

Betancourt, que como candidata del partido Oxígeno iba a competir en las elecciones de 2002 con el ahora mandatario Álvaro Uribe, pero no pudo presentarse pues fue secuestrada durante la campaña, se convirtió en el símbolo viviente del trágico conflicto colombiano .
" La operación fue absolutamente impecable", narró y reveló que hacia las cinco de la madrugada sus custodios les informaron que iban a ser trasladados. A esa hora, agregó, había rezado el Rosario, con la firme esperanza de que una comisión llegara a liberarla.

"Después nos hicieron empacar los equipos. No sabíamos qué y una hora antes de que llegaran los helicópteros, el comandante 'Asprilla' habló conmigo y me dijo que todos íbamos a subir en un helicóptero, que nos iban a llevar, no sabían ellos a dónde, pero era para hablar con un jefe, un mando".
"Luego oímos los helicópteros. Miré para arriba, al cielo, y pensé: qué curioso es sentir felicidad oyendo un helicóptero cuando durante siete años, cada vez que oigo el helicóptero, se me acelera el pulso, me da miedo, tengo que coger el equipo, correr, escondernos. Estos eran helicópteros blancos. Sentí que era emocionante. Nos hicieron cruzar el río. Llegamos a un sitio, todos con un guardia guerrillero armado al lado".
"Llegaron los helicópteros y salieron unos personajes absolutamente surrealistas; unos señores vestidos con unos logos y unas cosas que los certificaban de ser delegados de yo no se qué cosa. Y yo miraba todo esto y decía: '¿Pero esta gente quién es? ¿Qué comitiva internacional es ésta? Pensé: '¿Será que nos van a volver a poner de payasos en otro nuevo circo?, y yo no quiero prestarme para esto'.
"Entonces, hablaron dos comandantes. Miré más de cerca y vi que tenían camisetas del Che Guevara y pensé: 'Esto es de las FARC. Esto no es una cuestión ni salud, no es nada'. Y después nos dijeron que podíamos subir al helicóptero, pero hacerlo esposados. Y eso fue muy humillante".

Betancourt narró que ni los guerrilleros ni los cautivos sospecharon de la operación y que sólo supieron lo que ocurría cuando uno de los supuestos guerrilleros les gritó: "Somos del Ejército de Colombia, ustedes están libres".
"En ese instante -agregó- casi hicieron caer el helicóptero por los saltos de alegría que daban, en medio de lágrimas, al saberse libres de la guerrilla de las FARC".

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, explicó que el rescate se decidió después de que se logró infiltrar al secretariado de las FARC para convencer a los rebeldes de la necesidad de trasladar a los rehenes en un helicóptero. "El helicóptero, que en realidad era del Ejército nacional, y tripulado por personal altamente calificado de nuestra Inteligencia, recogió a los secuestrados en inmediaciones del departamento del Guaviare hace unos minutos, y están volando libres, sanos y salvos", indicó. "Es una alegría inmensa", declaró en París Lorenzo Delloye, el hijo de Betancourt.
Bogotá, AFP y La Razón

Las 8 cosas que me hacen feliz:


Hoy me he levantado de mejor ánimo y he decidido comenzar a recordar qué cosas disfrutaba antes que me hacían feliz.
1. Entrar a una librería. Para mí es el paraíso. No puedo salir de ellas sin algunos bolígrafos en la cartera, unos folders que, según yo, me ayudan a organizarme; unos post its de colores y alguna libretita. Sólo con eso, ya soy feliz.
2. Comprarme alguna "chuchería". Ahora fueron unas pulseritas de svarovsky color negro tornasol. Otras veces es una cartera. A veces un par de aretes o un perfume. Ayer me compré Flower by Kenzo en una muestra de 20 ml. a once bolivianos. Todo un lujo. Despertar y estrenar mis chucherías también me hace muy feliz y ahora necesitaba una ración doble.
3. Ir a una librería, pero de libros. Antes, cuando era soltera, no pasaba un sueldo sin que me comprara alguna novelita, literatura pura. Y con ella en mi cartera disfrutaba mis mejores momentos. Lo mismo hacía con la música, algún disco nuevo que disfrutaba unas dos semanas y todo el mes si el disco valía la pena. El descubrimiento mensual, generalmente me daba por lo menos una semana de felicidad. Hoy me sentí doblemente feliz al recuperar ese sentimiento. Descubrir en la librería aquel libro cuya reseña leí en algún lugar. Mirar algo interesante. Degustar la sensación de querer algo pero no poder comprarlo, porque es muy caro, como un libro de Gioconda Belli, titulado “El mundo en la palma de la mano”, que cuesta 174 bolivianos. Tuve que conformarme con uno de 53: Cartas a mamá desde el infierno, de Ingrid Betancourt.
4. Hacer mis listas de "Pendientes" en mi cuaderno. Ahí anoto todo lo que recuerdo.
5. Ordenarme, a mí misma y a mi entorno. Sacar mis demonios, encaramados en ropa que planchar, platos que lavar, cuartos que ordenar, escritorios que limpiar. Me he dado hasta el sábado para terminar, con el perro en la peluquería incluido.
6. Disfrutar de mi trabajo. En tiempo récord redacté el guión de un spot para televisión y lo producimos junto a la productora. Se difundirá desde el medio día de hoy. Ahora estoy diseñando una campaña, con vistas al revocatorio. Me imagino miles de cosas por hacer y voy materializándolas, una a una.
7. Comprar chucherías para mis dos mitades. Una libretita para abril. Un juego de estampitas de superhéroes para Chalinet. Cereal, mashmelows, chocolates, galletitas, tarjetas de teléfono para sus dos celulares. Enviamos todo a Cochabamba hoy.
8. Esperar al domingo, día en el que, de acuerdo a mi filosofía de recordar lo que me hacía feliz, voy a dormir, desayunar rico, darme un bañito, eliminar la invasión de vello de mi cuerpo y exfoliarme, volver a la cama, mirar una película, volver a dormir; almorzar algo ligero hecho en casa, ponerme una máscara para el pelo, volver a dormir, mirar otra película, leer, volver a dormir ; hacerme manicure y pedicure, perfumarme de nuevo y volver a dormir hasta el lunes.

Esas son las ocho cosas que me hacen feliz. Quise dejarlas aquí para que, en tiempos de crisis pueda volver al post y recuperarlas.
Y a ustedes, qué cosas los hacen felices? (cosas concretitas, que el resto pueda imitar; no vale filosofía existencial inoportuna, como ésa de “tener buena salud” y cosas por el estilo)

martes, 1 de julio de 2008

Desorden

Hace tres meses que decidí que en mi hogar la única trabajadora del hogar sería yo. Y és es el mismo tiempo que mi casa mantiene un desorden que a esta altura se me hizo insoportable. Desde hace algunos años he adquirido el hábito de tender mi cama inmediatamente después de levantarme. Luego pongo un incienso y así comienzo el día. Tengo el orgullo que decir que mis hijos también se acostumbraron a hacer eso.

Pero van dos noches que no duermo -siempre tengo problemas con el sueño, pero estas dos últimas noches mis problemas fueron con otras cosas- y hoy realmente no tenía ánimo para levantarme.

Haberlo hecho para venir a trabajar significó salir disparada sin siquiera desayunar, todavía muerta de sueño y sin tender mi cama y tampoco fui a almorzar.

Desde hace una hora estoy pensando: Llegaré y la cama estará destendida, llegaré y la cama estará destendida. Llegaré y tendré que tender la cama. Y, sinceramente, no tengo ganas de llegar.

La magia debería existir para las amas de casa. Uno debería poder mover la nariz como La Hechizada o chasquear los dedos como Mi bella genio y todo en orden y limpito. Hay otras maneras, yo sé, como ir a la Camacho y llevar dos señoras, una para limpieza y la otra para planchar la ropa y listo! Toda una tarde supervisando el trabajo y ya está.

Lamentablemente, hoy no tengo plata ni para contratar a una señora y menos a dos. Tampoco para ir a tomar un café y olvidarme de la bendita cama y menos aún para ir al súper y comprarme unos embutidos, leche y algún postrecito que comerme después del baño relajante con el que intentaré alejar al insomnio. Definitivamente, Junio ya acabó y no fue mi mes.