lunes, 24 de noviembre de 2008

Antes

Se acuerdan que les dije que uno de los karmas que tenía en mi casa era mi oficina? Bueno, en realidad, en ese entonces llamar oficina al cuarto en el que poníamos todo lo que no sabíamos dónde poner era como que demasiado. Éstas son las fotos del monstruo:




Y éstas las de la oficina, después de cuatro días de trabajo:


La chica "mochila"

Una de las cosas que decidí durante este tiempo fue que no era aceptable que siguiera sin entenderme con la preciosa. Así que compré una mochila en la que la cargo y va conmigo para todas partes. 
Estamos comenzando a comprendernos, pero algo me dice que ésta será una relación de muuuuucha paciencia. Medio temperamental me resultó. 
Lo que me sorprende es que, a donde voy, aparece alguien que me dice cosas como éstas: ¿tú también eres del club? o "Mac, no hay nada como Mac". O "Hmmm, exclusiva la señora".
Parece no más cierto que hay una especie de cofradía Mac y como a mí no me gustan las camarillas, me incomoda. Sin embargo, ya me advirtieron que pronto me acostumbraré. Por ahora, siento todo un privilegio sentarme en un Alexander, pedirme una cerveza y ¡trabajar! Y ése no es un beneficio que se pueda atribuir a que la preciosa sea Mac, sino a que es portátil. Mi consuelo es que he visto a muchos que, como yo, están a manotazos también con sus PCs, porque no entienden el Windows Vista. Lo único que sé, es que la preciosa no es muy amigable. 

Las diabluras de Chalinet



Chalinet participó este año de una obra de teatro en la que su personaje era, oh casualidad, Satanás. 
La foto es de la primera función, en la que me rajé comprándole un traje de diablito que adaptamos y modernizamos bien para que se viera guapo. El coqueto se hizo pintar el cabello con reflejos rojos y dorados y los dos cuernos resaltaron aún más.
Al día siguiente del debut, tenían otra presentación, esta vez para los alumnos del colegio -la primera fue para los padres de familia-  y Chalo se olvidó completamente del traje. Se acordó en la puerta del colegio, que cruzó rápidamente diciéndome: Mami castigame no más, no voy a jugar al play este fin de semana. 
Claro, para él era fácil. Su papá quiso volver a la casa a traer el traje, pero ya no nos daba el tiempo, así que, recordando que había una tienda de disfraces en la Av. Armentia, nos aventuramos a ir a ver si encontrábamos el susodicho traje de diablito para salvar su pellejo. 
Le llevamos el traje y salvamos al situación, pero él no volvió muy contento. Lo que pasaba era que los cuernos estaban cosidos a una especie de gorro de guagua altiplánica, entonces no eran nada  "fashion" y sus amiguitos se burlaron diciéndole que parecía un "conejito de Pascua del infierno".
Me reí tanto que al final pensé que ése fue suficiente castigo para el olvidadizo. 
Cuando en Halloween me preguntó de qué podría ir disfrazado, le dije: Psss, de conejito de pascua del infierno... y él se puso a llorar. Prefirió repetir el archiusado traje de Drácula. 

Abril

Después de casi dos meses de vacación autoimpuestaobligada, decidí volver a trabajar, pero esta vez en lo que me gusta y donde siento que aporto. Pensé que no iba a ser fácil encontrar trabajo especialmente por esta época del año, pero siempre he sostenido que tengo un ángel particular específicamente designado para encontrarme trabajo. Gracias a él, casi nunca estuve desempleada. Y ahora lo volví a convocar y, cómo no, acudió como de costumbre, todo solícito. Y me dio un trabajo que además me permitirá reconciliarme con ciertas cosas y personas, es decir, me dará la posibilidad de reivindicarme, reconocer mis errores, volver sobre mis pasos y recomponer una relación que me dolía haber perdido por todos los problemas -traición amistosa de por medio- que sucedieron este año. 
Hoy dejé mi currículum. Empezaré los primeros días de diciembre con un contrato temporal que el próximo año se revisará para formalizarse si todo va bien. 
Les cuento esto porque quería aprovechar para contarles una de las últimas abrileadas:
Yo: Hijitos, puede que esta Navidad no tengamos regalos. 
Chalinet: Por?
Yo: Porque ustedes saben que la mamá no está trabajando, entonces no tendremos plata. 
Abril: Ajá!  No era que los regalos los traía Papa Noel? 
Yo: Glup. Sí, pero hay que pagarles pues a sus enanos. 
Abril: Hmmm, yo esa no me la creo. En realidad creo que les hemos pescado la mentira. 
Mis hijos están creciendo...Snif.

Música

Holaaaaa! Qué alegría poder volver a estar aquí después de tanto tiempo. Como amenacé, tengo toneladas de materiales para ustedes, así que prepárense.
Y voy a comenzar por una cosa fundamental: Como dice mi amiga Jackie, voy a cambiarle la banda sonora a mi vida, porque la música cargada en mi MP3 y en mi teléfono ya me aburrió, je. 
¿Los elegidos? Bossa n´Marley?; Bossa n´Stones; Bossa n`U2; Bossa n´todos los que se pueden imaginar; Alicia Keys; Norah Jones; Joss Stone y otros de ese estilo.
Bueno pues, comencemos.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Semana 45


Cuando busqué una imagen para colgar que reflejara mi estado de ánimo encontré ésta, que se llama "armonía en rojo" y la puse porque, al final de cuentas y a pesar de lo difícil que fue este año para mí, ingreso a la semana 45 pudiendo afirmar que me siento armonizada conmigo misma.
Siempre lo repito, cuando mi conciencia decide imponer sus caprichos no hay forma de hacerla retroceder. En septiembre, ella me gritaba en los oidos que no, que no se justificaba trabajar catorce horas por pura embelequería; que no se justificaba dejar el trabajo político por uno burocrático que sé que no me gusta; que mi casa y mis hijos estaban abandonados y yo me sentía muy mal; que ya basta de enojarme con el mundo porque no me quiere o no me cuida si ni yo misma lo hago.
Por eso decidí renunciar. Para darme una pausa para tomar decisiones importantes y hacer aquellas cosas que me gustan y me hacen muy feliz:
  • Así arreglé toda mi casita, cuarto por cuarto purificándola.
  • Entré a la oficina que tengo en mi casa y, al fin, después de un año y medio la pude ordenar.
  • Retapicé los sillones de mi living, porque ya daba verguenza el estado en que los dejó aquel perro maleantoso del que alguna vez les hablé.
  • Puse las cortinas que faltaban.
  • Dormí, dormí y dormí todo el sueño que creí perdido y necesitaba recuperar.
  • Pensé en qué quiero hacer con mi vida y la reencausé reubicando mis prioridades.
  • Corté de plano ciertas relaciones y aclaré mi mente respecto a otras.
  • Saqué toda mi ropa del ropero y boté aquello que no me pongo. Ahora someto a evaluación absolutamente todo. No me queda, se va. No me gusta, se va. No combina, se va. No me entiende, se va. No me quiere, ya se fue.
  • Cuando terminé, el miércoles 29 de octubre, invité a unos amigos muy queridos y especiales a cenar.

No se imaginan la cantidad de cosas que encontré y que quisiera subir al blog. Tengo fotos de la mayoría de ellas, pero no tuve tiempo de ordenarlas. Me quedan como dos cajones llenitos de papelitos míos. Tarjetas de mis hijos. Cartas escritas hace tiempo. Reflexiones y meditaciones- Resúmenes de libros. Propósitos incumplidos pero en absoluta vigencia, en fin, me encontré con quien soy yo, a solas, sin estorbos, sin llamados inoportunos, sin discusiones y, sobre todo, sin influencias de ningún tipo. Una vez que me reencontré, comencé a quererme y a entenderme. ¡Cómo necesitaba ese mes! Fue la primera vez en años que me tomé tiempo para mí, a mi ritmo, a mi estilo, como YO quise. Y entonces comprendí que si yo no estoy bien, nada estará bien. Por eso, me traté como a una reina y hoy, 3 de noviembre, me siento tranquila y en paz conmigo y con mi entorno físico.