Estamos comenzando a comprendernos, pero algo me dice que ésta será una relación de muuuuucha paciencia. Medio temperamental me resultó.
Lo que me sorprende es que, a donde voy, aparece alguien que me dice cosas como éstas: ¿tú también eres del club? o "Mac, no hay nada como Mac". O "Hmmm, exclusiva la señora".
Parece no más cierto que hay una especie de cofradía Mac y como a mí no me gustan las camarillas, me incomoda. Sin embargo, ya me advirtieron que pronto me acostumbraré. Por ahora, siento todo un privilegio sentarme en un Alexander, pedirme una cerveza y ¡trabajar! Y ése no es un beneficio que se pueda atribuir a que la preciosa sea Mac, sino a que es portátil. Mi consuelo es que he visto a muchos que, como yo, están a manotazos también con sus PCs, porque no entienden el Windows Vista. Lo único que sé, es que la preciosa no es muy amigable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario