Hugo fue una de las personas a las que más quise en la vida. Desde que se fue no volví a encontrar alguien que me escuchara con tanta atención y tanta generosidad. Que me aconsejara sin jamás juzgarme, que me diera su cariño sin ninguna condición. Él vivió la vida a su manera y me enseñó a vivirla igual. A veces, mi entorno no entiende mis decisiones pero yo las ejecuto igual, porque con ellas mi conciencia se siente tranquila. Yo también, vivo la vida a mi manera.
jueves, 2 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me acuerdo de la historia de tu tío Hugo. Hay pocas personas que te apoyan sin juzgarte, y creo que vos fuiste también así con él.
Abrazos.
Vania:
El apoyo verdadero es ése, el que se te da u otorgas sin juzgar. ojalá todos pudiesen encontrar seres así en la vida.
Un abrazo,
Daniela.
Publicar un comentario