martes, 18 de marzo de 2008

Justo


- Justo cuando había pintado mi oficina de un hermoso color verde, enmarcado mis afiches y plantado dos plantitas para exhibir en mi escritorio.
- Justo cuando había decidido que no me movería, que me sentía muy a gusto, que estaba todo bien y que podía planificar mi vida y mis rutinas en función a mi trabajo.
- Justo cuando me disponía a alejarme del mundo y sus alrededores para perderme en las profundidades de Charagua.
- Justo cuando me aprestaba a superar todos mis temores y lanzarme a la arena con un nuevo semanario.
- Justo cuando me decían que tenía mucha suerte al trabajar en un lugar en el que se me valoraba y se me quería.
- Justo cuando hasta lo malo, los constantes viajes y ajetreos, habían empezado a gustarme a fuerza de costumbre.
- En fin, justo cuando todo parecía encaminado, decidí escuchar a mi corazón y cambiar de trabajo.
Imagen de noti.psicos.com.ar

No hay comentarios: