El jefe del Comando Conjunto Andino, Cnel. Luis Alcázar, aseguró ayer que “el contrabando es una actividad que lacera grandemente la economía y vulnera la soberanía nacional”, a tiempo de entregar ante el Presidente Evo Morales todo lo incautado en operativos contra esta actividad ilícita en la extensa frontera boliviano – peruana.
Una declaración grandilocuente, si se toma en cuenta la grave escasez de gas licuado que se presenta diariamente en la sede de gobierno y en la ciudad de El Alto.
El mismo reporte de la agencia de noticias estatal ABI, daba cuenta de que en el lote entregado, figuran apenas 199 garrafas de Gas Licuado. Esa cantidad corresponderá a apenas un camión cargado de gas licuado, un viaje hacia la frontera, una ínfima parte de lo que diariamente se traslada ilícitamente al vecino país.
Es inconcebible que, mientras cientos de familias acuden diariamente a las avenidas troncales de su barrio para bloquear el tráfico exigiendo el combustible que necesitan para sobrevivir, las Fuerzas Armadas y, específicamente el Comando Conjunto, nos informe de algunos patrullajes nocturnos que arrojan menos de 200 garrafas de gas licuado recuperadas como resultado final.
Sería bueno que explicaran cómo es posible que, siendo que YPFB produce 40 mil garrafas diarias y el consumo de la ciudad de La Paz y El Alto alcanza a 36 mil galones al día, puede existir desabastecimiento. Algo no cuadra en las cifras.
Las autoridades insisten en promesas para superar la escasez de gas licuado en la ciudad de El Alto. Pero el problema persiste desde octubre del año pasado.
Mientras tanto, los contrabandistas continúan beneficiándose. Multiplican por cinco el costo de cada garrafa sacada ilegalmente del país hacia Perú. Pagan 22 bolivianos con cincuenta centavos en Bolivia por un galón de gas y, apenas cruzan la frontera, reciben el equivalente de entre 80 a 90 bolivianos. Un negocio redondo en el que las más perjudicadas son las amas de casa bolivianas y sus familias.
El Estado boliviano subvenciona el gas licuado para los bolivianos, pero no faltan los avivados y deshonestos que aprovechan esta gracia para llenarse los bolsillos. El subsidio les beneficia, cómo no, y están enriqueciéndose ilícitamente desde hace varios años.
Las autoridades anunciaron que esta semana se iniciaría un nuevo plan de distribución zonalizada de gas licuado. Y en ese contexto, los enunciados abundan. Las autoridades dijeron que harían una reingeniería para combatir el contrabando, que se cambiarían las autoridades del Control Operativo Aduanero (COA); que se planifica la creación de una oficina de aduana binacional en Desaguadero; que se coordinará con todas las instancias pertinentes para luchar contra el contrabando de manera eficaz.
Sin embargo, mientras las autoridades no nos muestren un pez gordo del tráfico de GLP; mientras la cantidad de garrafas incautadas sea tan pobre como la que anunciaron los encargados de cuidar la frontera y mientras nadie ponga coto a esta situación, los anuncios son sólo eso: anuncios.
Esperemos que los resultados del nuevo plan de distribución eviten el desabastecimiento y que las amenazas de aplicar “mano dura” contra los contrabandistas se conviertan, por fin, en una realidad.
lunes, 29 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Dani, volviste después de tanta ausencia!. Me alegro mucho. Un abrazo.
Otro, querida Vania.
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