viernes, 16 de noviembre de 2007

Unitel o periodismo de verdad


Siglo XX nació como un campamento minero en los albores de 1900. Sus habitantes creen que su nombre tiene algo de vaticinio, pues su actividad duró exactamente eso, cien años, el siglo XX.
En 1959, un grupo de misioneros oblatos se apostó en el lugar e instaló una radio, la Radio Pío XII, preocupados, según el actual director de la emisora, Félix Torrez, por tres cosas: La ferviente actividad política, el mensaje ateo que predominaba en el discurso minero y el excesivo consumo de bebidas alcohólicas.
Reinaba entonces la efervescencia de la revolución de 1952. Los sindicatos mineros habían instalado radios mineras en casi todos los distritos y en todos ellos hacían no sólo comunicación, sino también formación política. En Siglo XX, la red de emisoras se expresaba en la radio La voz del minero. Dura competencia para los oblatos y su mensaje anticomunista y moralista.
La Revolución había nacionalizado las minas, pero no había cambiado las condiciones de vida de los mineros. Ellos seguían viviendo en cuartitos de cuatro por cuatro, sin servicios, recuerda Torrez. Los sucesivos gobiernos militares habían ensangrentado a los campamentos, exactamente igual que Patiño en 1942, con la Masacre de las Pampas de María Barzola, o la del propio Siglo XX en 1949.
La revolución había sido traicionada y el movimiento minero, a la cabeza de Juan Lechín o de Federico Escóbar, entre otros, demandaba que los recursos mineros beneficien realmente a Bolivia.
Esta dramática realidad afectó a los misioneros oblatos, que empezaron a acercarse a la población civil y también al sindicato.
Los pobladores entendieron que sólo podrían hacer algo si estaban unidos, mientras que los religiosos entendieron que la Biblia y sus sermones sólo serían realidad si adoptaban una opción por los pobres, y los pobres eran mineros e hijos de mineros. Los pobres estaban allí, frente a sus ojos.
Desde mediados de los 60 se produjo un acercamiento más estrecho con los pobladores.
La radio Pío XII se convirtió en su patrimonio, los padres oblatos se hicieron mineros desde los micrófonos y resistieron a Hugo Banzer. También apoyaron a las cuatro mujeres mineras que derrocaron al dictador, en 1977.
En 1980, asistieron a las barricadas de los mineros en Catavi y resistieron el golpe más sangriento de la historia de Bolivia, el de Luis García Meza. Promovieron que se hicieran ollas comunes. Ayudaron a pintar los letreros de "compañero soldado, no mates a tu hermano".
Desde entonces, la Radio Pío XII es parte de la historia minera de Bolivia. Desde entonces acompañó a los mineros en su trágica historia. Desde entonces, recibe diariamente en los púlpitos comunicacionales de su estudio a los pobladores y ayuda a difundir mensajes cotidianos, desde Te espero en Cochabamba hasta Te extraño mucho, pasando por Se cita a los compañeros a la reunión tal. Mensajes de amor, de familia, de amistad, de política.
Pío XII es parte del pueblo y Siglo XX lo sabe. Su opción por los pobres no es un saludo a la bandera, es una realidad. Una realidad que se vive diariamente, dando la voz a quienes no la tienen, informando la verdad, ayudando a las personas a hacer sus propuestas hacia la Asamblea Constituyente, orientando a las organizaciones en sus movilizaciones, reclamando, junto a los bolivianos, mejores días y mejor distribución de la riqueza.
"Los veo cansados, hermanos", dice María Morales, una de las mejores y más comprometidas locutoras que yo conocí. "A ver, saquénse el guardatojo, charlemos un ratito", invita.
"La Asamblea Constituyente está ingresando en una etapa crítica", agrega María e inmediatamente suena el teléfono de la radio. Es el constituyente Félix Vásquez, del MOP, una fuerza política que surgió en Norte Potosí. "No hemos perdido la esperanza, sabemos que tenemos una gran responsabilidad", dice el constituyente, notoriamente preocupado por el rumbo de la Constituyente. "Es necesario hablar de esto, si no comprendemos lo que sucede en nuestro país, menos podremos entender lo que sucede en la minería", dice María Morales.
En el estudio están tres dirigentes mineros. "Esperaremos a ver qué es lo que dicen nuestras organizaciones matrices. La Asamblea Constituyente tiene que salir, porque sino las organizaciones sociales vamos a ir hasta donde sea necesario. La Constituyente es producto de la lucha de los trabajadores. La democracia es fruto de esa misma lucha, por eso no está en riesgo", dice Germán Ledezma, dirigente de los Rentistas Mineros de Siglo XX.
"La capitalía es un pretexto, primero fueron los dos tercios, no lo olvidemos. En todo han fracasado, porque no renunciaremos. Son sus privilegios los que van a desaparecer", advierte el dirigente.
Siglo XX se prepara para una movilización. Al día siguiente de esta entrevista, una marcha saldrá por las calles en defensa del Bono Dignidad y de la Asamblea Constituyente. "Está hecha la invitación", dice María Morales y da paso a la música.
Una voz delgadita y melodiosa comienza a difundirse.
"No nos dejemos engañar,
Sabemos que es una trampa
De este maldito sistema,
Que regaló nuestro gas.
Levantemos nuestra voz
Campesinos y mineros
Venceremos
Las palliris y mineros
Luchando por la libertad"
,
dice la canción. La entrevista sigue. La radio unida a su pueblo. Eso es comunicación. No la parodia a la que nos acostumbró Unitel.

1 comentario:

Germán dijo...

Me gustaria me dieran una fuente donde pueda conseguir la historia del centro minero de Catavi - Bolivia y sus aledaños, desde su fundacion de ser posible hasta la época actual. Gracias