martes, 4 de agosto de 2009

Luces de alarma


¿Les dije alguna vez que no aguanto a los poseros?
Pues creo que me equivoqué en el traslado, porque en mi edificio hay cada ejemplar, que es de antología.
Empecemos por los perros, que son los más decentes. Cuando llegamos, todos miraron a Kiko de una manera que no sé cómo explicar. Como por encima de la pata delantera, podrá ser? O por encima del rabo cortado? Bueno, así.
Como me di cuenta de que había algo raro, dije claramente a la inmobiliaria y a la dueña del departamento que teníamos una mascota y que para evitar problemas preferiría que informaran de esto a los vecinos y al administrador. ¿Saben qué me contestó el administrador? “Tendré que hacer un censo de mascotas en el edificio, porque si tenemos sobrepoblación, lamentablemente tendrá que prescindir de su mascota”.
Ahogándome la risa, frente a semejante POSE, con mayúsculas - asumiendo además que había como cuatro perros por piso - le dije muy seria al administrador: Mire, si Kiko no puede entrar al departamento no prescindiré de él, prescindiré del edificio y de usted.
Un día después la dueña de casa me comunicaba oficialmente que, según el censo de mascotas, había espacio para una más.
Tonta de mí que no hice caso a la primera luz roja. La segunda fue que en los ascensores principales no pueden ingresar mascotas, ni bolsas de mercado, ni cargas pesadas, porque son los ascensores del “área social” y para eso está el ascensor “de servicio”. Segunda luz de alarma y no me di por enterada.
Después nos preguntaron en qué trabajábamos. Cuando respondimos, mi marido y yo, que somos periodistas de tal y tal lugar, lo primero que dijeron fue: bueno, aquí no se permiten las reuniones políticas. Ya el semáforo completo.
Cuando pedimos las llaves de la puerta principal, nos respondieron que no, porque para eso había tres porteros.
Cuando fuimos el viernes antes del traslado con una mesa para saumar el departamento -costumbre que compartimos con unos amigos que siempre nos hacen el favor de prepararnos la ceremonia- , hubo un escándalo. Tras que prendimos el brasero vino la dueña del departamento de abajo y uno de los porteros, a decirnos que el humo estaba entrando a todos los departamentos y había mucha queja. El portero, obviamente, nos preguntó ¿qué es ese olor tan raro? Claro, como su perfil aymara es tan poco evidente y puede pasar por húngaro o eslovaco, era comprensible que no sabía qué estábamos haciendo, pero para mí lo inaceptable fue la respuesta de la sabia vecina: Creo que están saumando, eso hacen en el campo.
Desde entonces hasta ahora me he sorprendido varias veces, tanto que a esta altura las luces de alarma ya parecen el árbol de Navidad del Banco Bisa.
La pareja de extranjeros, que entran y salen como si fueran fantasmas. El desdén del saludo matinal de varias señoras y señores de la alta sociedad. El uniforme que obligan a vestir a sus trabajadoras del hogar y la nariz fruncida cuando yo subo al ascensor de uso social con mi trabajadora del hogar.
El colmo fue el viernes, cuando el administrador del edificio me envió una carta diciéndome que los vecinos se quejaron porque atento contra las buenas costumbres del edificio y contra el reglamento, al llevar a amigos a escuchar música y “beber con exageración”. Obviamene, la mentada carta no influirá un ápice en mi comportamiento y no me quedaré con las ganas de decirles: ME CAGO EN TODOS, POSEROS CLASEMEDIEROS. Ni modo, tendre/mos que tolerar/nos un añito y hasta quizá más, si me acostumbro. Un abrazo cordial.

4 comentarios:

Vania B. dijo...

A ver empecemos querida Dani:

1. Quiero un café con vos y NO TENGO TIEMPO eso me mata, no sabes.

2. Lo del s¡censo de mascota me pareció una sonsera monumental, ni que el Kiko fuera un Doberman.

3. Lo de los ascensores es elemental: muchas veces, cuando subes tus bolsas del mercado en el ascensor del "área social" es lógico que se lo va a dejar full perfumado, así que si hay un ascensor donde subir tus cosas sin molestar a nadie, no veo el problema de "querer siempre" subir por el ascensor principal. Lo de las mascotas, lo mismo. El perrito no se va a dar cuenta si es ascensor "de sevicio" o del área social, y si tiene ganas de hacer pis, se a hacer nomás pues.

4. Lo de las "reuniones políticas" me dio risa. Full desubicados, ni que organizarías los "juntes" para sacarles la mugre a los "pacifistas" de la plaza abaroa en tu depar. Mucha imaginación no?

5. Lo de las llaves de la puerta, una sonsera, peor si es que tienes un horario sin horario en que sabes que 3 de los 7 días tendrás que molestar a los porteros haciñendolos abrirte a altas horas de la noche, a menos que estén firmes al lado de la puerta las 24 horas, cosa que pasa en el edificio de mi oficina, por ejemplo. Lo que sí, si es que es necesario, aquí (a la vuelta de tu edificio) SÍ te dan copia de la llave. La Melania que hace limpieza en la ofi tiene llave porque viene a las 7 de la matina, oues después se va al colegio. (ahorita sigo en la ofi y son las 11 de la noche, por ejemplo)

6. Lo de la k'oa: en los edificios se huele todo como si estuvieras cheek to cheek, pero si era un braserito chiqui no creo que hubiese causado tanto kilombo como una MESA completa. Ahí si un cacho de desubicación tuya, no por las costumbres (que yo también las tengo) sino por que realmente el olor de la k'oa es fuerte y trasciende los ambientes.

7. Lo de los uniformes de las empleadas: las mías tienen uno, pero no es que les obligo a ponérselos, si no quieren, no lo usan, pero se arruinarían la ropa sin motivo. Tienen sus guardapolvos y sus mandiles varios, los mismos que también uso yo cuando me meto a la cocina, así que no veo el drama.

Por todo lo anterior, si bien tu post está bueno, creo que sabías a donde te estabas yendo a vivir, así que ni modo, como dices. La anarquía es buena onda, pero si aceptas vivir en un lugar, tiene que ser nomás con algunas normas, sino es un kilombo total, lo que sí te aclaro es que algunas cosas que comentaste me parecieron sonseras de la administración.

Abrazos y te reservo para un café la próxima semana.

juan josé dijo...

Bueh, Vania tiene razón....además para algunos tener empleada, perro, y ascensor de servicio es como jailón (eso es sinónimo de "posero"?). Mi edificio es más del tipo campechano, nadie se mete con nadie, hasta alguna reunión de twitters y blogueros vi que hacian acá. :)

Daniela Otero dijo...

Compañeros:
Este post lo escribí en un momento de rabia, porque no me parecieron justas algunas cosas. Aclaro que siempre viví en edificio y nunca me encontré con gente de actitudes tan raras. Kiko y yo viviremos como siempre, de manera sencilla y siendo como somos. Y usaremos el ascensor de servicio porque ni él ni yo seremos menos por no usar el ascensor del área social. Y María no se pondrá uniforme, porque eso contribuye a la discriminación. Y mi marido y yo seguiremos siendo del MAS, porque nos da la gana. Finalmente, continuaré invitando a mi casa a mis amigos porque pagamos el alquiler como el resto. Al frente queda Malegría, así que música no les faltará a mis vecinos. Mientras tanto, el edificio jailón, como dice Juan José, que siga no más siendo como es. Bajaremos un poco el volumen, beberemos en grupos de a tres y este viernes saumaremos a la Pachamama en la apacheta de la cumbre. No siempre es posible quedar bien con dios y con el diablo y a nivel personal, eso nunca me ha preocupado. Igual, seguiré riéndome mucho de los poseros clasemedieros. Creo que todos tienen derecho a hacer lo que les plazca, incluyendo querer parecer lo que no son.

Daniela Otero dijo...

Compañeros:
Este post lo escribí en un momento de rabia, porque no me parecieron justas algunas cosas. Aclaro que siempre viví en edificio y nunca me encontré con gente de actitudes tan raras. Kiko y yo viviremos como siempre, de manera sencilla y siendo como somos. Y usaremos el ascensor de servicio porque ni él ni yo seremos menos por no usar el ascensor del área social. Y María no se pondrá uniforme, porque eso contribuye a la discriminación. Y mi marido y yo seguiremos siendo del MAS, porque nos da la gana. Finalmente, continuaré invitando a mi casa a mis amigos porque pagamos el alquiler como el resto. Al frente queda Malegría, así que música no les faltará a mis vecinos. Mientras tanto, el edificio jailón, como dice Juan José, que siga no más siendo como es. Bajaremos un poco el volumen, beberemos en grupos de a tres y este viernes saumaremos a la Pachamama en la apacheta de la cumbre. No siempre es posible quedar bien con dios y con el diablo y a nivel personal, eso nunca me ha preocupado. Igual, seguiré riéndome mucho de los poseros clasemedieros. Creo que todos tienen derecho a hacer lo que les plazca, incluyendo querer parecer lo que no son.