Aclaraciones necesarias

- Valoro mucho el comentario de Yo nomaj, que sostiene que el abstencionismo no se debe confundir con ausentismo. Le recuerdo, sin embargo, que el Gobierno llamó a la abstención porque la convocatoria al referéndum cruceño fue ilegal.
- La abstención se mide en función al número de inscritos en el Padrón Electoral que, en el caso cruceño, creció, disminuyó y volvió a crecer inexplicablemente, después de cumplidos los plazos legales para la depuración. ¿Fraude? Yo creo que sí. La corte tendrá que explicarlo, pero no a mí, sino a los propios cruceños.
- No es mi intención confundir a nadie. Para mí, y ésta es una opinión personal, el alto abstencionismo registrado en el referéndum muestra una sola cosa: que es mentira que los logieros controlan a todos, que es mentira esa unidad monolítica que nos quieren mostrar. Que es mentira que ellos representan a todos los cruceños.
- Yo creo en la autonomía, creo que ésta es una demanda legítima, que cada pueblo tiene derecho a definir su destino, a administrar sus recursos, a tener sus propias instituciones.
- Con lo que no estoy de acuerdo es con que la autonomía sea utilizada para dividir al país, para obligarme a mí y a mis hijos a pedir mi carnet de residente a un grupo de pícaros, que pretenden beneficiarse y llenarse los bolsillos como siempre lo hicieron con nuestros recursos.
- La abstención es, desde mi interpretación, el reclamo de cientos de miles de cruceños que ven con impotencia cómo las logias se apropiaron de una demanda legítima y la ensuciaron de ilegalidad.
- No desconozco que el 85 por ciento de los votantes le dijo Sí a ese estatuto, pero reclamo que también se tome en cuenta a todos los otros, que quieren autonomía, pero no así. Que quieren autonomía para no tener que venir a La Paz a sacar un título de bachiller, que quieren autonomía para decidir qué hacer con sus recaudaciones de impuestos, que quieren autonomía para su propio desarrollo. No autonomía para unos cuantos Antelos, Justinianos, Costas, Marinkovic y asociados que siempre medraron de los recursos no sólo del país, sino especialmente de todos los cruceños.
- Esa autonomía, la autonomía legítima para el desarrollo, está en la nueva Constitución. Si los autonomistas honestos no quieren admitir la nueva Constitución, porque dudan de su legitimidad, por qué no planteamos eso? Por qué temer a debatir, de manera transparente, qué competencias necesita una autonomía integradora, inclusiva, engrandecedora de la región y del país?
- Por qué permitir que un grupo de ladrones encaramados en las dirigencias cívicas se apropien de una demanda sentida en el corazón de todos los cruceños -y me incluyo porque viví en Santa Cruz y sé lo dañino e injusto que es el centralismo- y la manchen de ilegalidad?
Y unas últimas preguntitas:
- ¿Cuántos de los jóvenes acérrimos defensores de los estatutos los leyeron realmente? ¿Cuántas de las señoras de la alta sociedad saben de lo que están hablando? ¿No será hora de ver qué están planteando a nombre suyo? ¿Podrían poner sus manos al fuego por Branko, por Parada, por Costas o por Antelo? Yo sí pongo mis manos al fuego por los indígenas y sus organizaciones.