lunes, 24 de agosto de 2009

De candidatos

¿Usted es del MAS?, me preguntó Ximena Costa cuando le pregunté si no subestimaba las demandas de la gente al vaticinar que el gobierno de Evo no duraría mucho. Sí, pero no soy yo quien tiene que justificar su militancia, sino usted, le respondí. La entrevista terminó unos minutos después. Ximena Costa se sintió ofendida porque le cuestioné su supuesta imparcialidad como analista política.
Mírenla ahora, desenmascarada, defendiendo su propio proyecto político. Las bases me rebasaron, dijo hoy, cuando le consultaron por qué se proclamaba como candidata. Yo ahogué una sonrisa ¿Cuáles bases?.
De todas maneras, siempre es bueno tener varias opciones y, si una de ellas es mujer, pues mejor. Pero, por favor, que no venga a decir que recién incursionó en la política, porque haciendo análisis y siendo la vedette de los medios como politóloga contraria al gobierno también hizo política. Lo saludable es que en la actualidad por lo menos lo hace de frente.




¿Y la pelea por la candidatura en el MNR? Al final no sé qué causa más verguenza: si esta camorra proclamatoria o la patada voladora de Sergio Jáuregui en el estadio Tahuichi Aguilera:


Y, quería comentarles, porque al final me dio pena. El otro día encontré a Víctor Hugo Cárdenas parado en una esquina de la Plaza Avaroa, intentando que la gente lo reconozca y lo salude, sin ningún éxito.

Bueno, yo ya tengo mi candidato, así que no podrán contar con mi voto. Otro me vio primero y me conquistó.
Pd. La primera foto de Google, la segunda de la página de Ernesto Justiniano y la tercera de Infolatam.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Daniela, muy buen comentario y sentir. Estoy plenamente contigo. Que vaya a mamar huari. Esta nunca fue ni analista seria ni imparcial y ya empezo peleando como buena mimada que es. No por mujer, si no por hipocrita. Mi voto tampoco seria por ella, otro me conquisto y no por hombre, si no por genuino y consecuente.

Te abrazo fuerte!!!

La Vero Vero dijo...

A mi en realidad no me preocupa su militancia. Una militancia siempre es respetable, sinónimo de consecuencia. Me preocupa más bien su inconsecuencia, sobretodo su falta de honestidad intelectual.

Fuí su alumna y la seguí por varios años. Siempre poco mayor énfasis en los discursos políticos femeninos. Debo decir que hasta el 2005-2006 era bastante honesta intelectualmente, realmente podía leer el país y ella misma, discursivamente, entendía el cambio a un Estado Plurinacional, tenía la capacidad de explicar los fenómenos que nos habían llevado hasta esa instancia y comprendía perfectamente la necesidad de una Asamblea Constituyente.

Y desde el 2007 (finales) o se le cayó la careta o se le cayó la honestidad intelectual. Paladina de un discurso altamente demócrata liberal !liberalismo que ella misma había entendido en crisis! Paladina de una democracia representativa !cuándo ella misma había entendido y apoyado la ampliación de la democracia
(hoy institucionalizada)! Mirenla ahora, el pensamiento moderno, el liberalismo y la democracia representativa como su ¿discurso?

A mi no me preocupa la gente militante. Me preocupa la que no milita en nada o, peor, la que milita pasajeramente en todo lado.

Su capital debería ser su honestidad intelectual como cientista, al menos eso vende. Y, a mi parecer, la ha perdido. Está haciendo política, en ese plano ¿qué le queda? sus otros capitales: ser mujer y paceña. ¿Será suficiente?

Paciencia con el Frankestein opositor, ya nos enteraremos.

Abrazo

Daniela Otero dijo...

Vero Vero:
La militancia, venga de donde venga, es consecuencia, como tú bien dices. Yo también confío más en la gente militante que en la que dice que no está ni con dios ni con el diablo. Pero cuando le dije que debía explicar su militancia fue, precisamente, porque ella se presentó al país como analista política, cuando en realidad era militante a ultranza de los intereses de la derecha. Si cambio o no, no lo sé. Yo siempre la conocí como analista de escuela Llovet y esa gente, por lo menos a mí, no me inspira respeto, porque termina como Toranzos o Llovet, que se vendieron a Goni; o como Lazarte, que se vendió a UN; como el nuevo "analista" Untoja, llunk'u del fascismo; o como Víctor Hugo Cárdenas, el conde chalinas el MNR. Todos se vendieron y a precio de gallina muerta. Costa mostró que es de la misma "clase política", je! y sabiéndolo yo la cuestioné. Mujer y paceña? Bueh...ahí lo dejaremos.

Anónimo: Nos conquistó el mismo? Ojalá. Otro abrazo.