martes, 1 de septiembre de 2009

El banquete deportivo

Hubo un tiempo en que puse serio empeño en estar actualizada sobre los deportes. Hasta me propuse leer diariamente las páginas deportivas de los periódicos. El tema, sin embargo, no logró apasionarme.
Ahora entiendo por qué: porque en los diarios, en la radio y en la televisión, los periodistas de deportes sólo tienen ojos y oídos para el fútbol y, dentro del fútbol, para la nota fácil, mal escrita, superficial, repetitiva...Me resultaba todo tan predecible que apostaba que la primera frase del futbolista entrevistado sería: ehhhh, sí, es un partido difícil y que gane el mejor...el fútbol se hace con goles, etc.
Por eso, fue una grata sorpresa encontrar un manifiesto contra la violencia en el fútbol y una firme defensa de la justeza de la sanción contra el stadium y el equipo que permitieron lo inadmisible, la agresión de un hincha a un jugador extranjero:


Una panorámica de cómo es la ciudad anfitriona del Mundial Sudáfrica 2010, que habla no sólo de sus características y sus atractivos turísticos, cosa que invita a visitarla y además ser parte de la fiesta mundial del fútbol , sino que hasta tiene una lista de hoteles para todos los bolsillos:



Una semblanza perfecta de Luis Héctor Cristaldo, en la que uno lee, explicada por él mismo, toda la polémica por el doping que se le atribuyó cuando jugaba en The Strongest. “Alguien hacía plata con esto”, dice el jugador. Frase que impacta, en la voz de uno de los más importantes exponentes del balompié, a quien encontramos a sus cuatro años vistiendo la casaca del tigre:




También me encantó saber que los funcionarios del Banco Nacional de Bolivia trabajan como voluntarios apoyando a niños con capacidades especiales en sus entrenamientos hacia las próximas olimpiadas. Y recordar la arrolladora personalidad de Julio César Baldiviezo, quien nos hace pensar que si alguien con su talento hubiera nacido en Argentina o Brasil otro sería el cantar, pero que a pesar de eso, afirma que todo boliviano debería tener la virtud de sentirse orgulloso de Bolivia.


¿Tu meta es la selección?, le pregunta el periodista. No, ése es un objetivo; tengo metas mayores, dirigir afuera, por ejemplo, responde Baldiviezo. ¿Petulancia?, no. Ésa es la respuesta de un ganador.
Como ganador es, también, el joven cruceño que se constituye en nuestra esperanza, quizá nuestra única esperanza, de ganar una medalla de oro en los próximos Juegos Bolivarianos.
Supe casi todo de él: que es campeón de tiro, que entrena varias horas al día, que su primera pistola se la regaló su padre a sus quince años, que es de Oriente Petrolero y que su psicóloga se llama Tusnelda Flores:


Ignorante como soy en estos temas, no sé qué se llama y la revista tampoco me lo dijo, je!
Una nimiedad, considerando el banquete periodístico de este emprendimiento cruceño que nos recuerda cómo se hace periodismo y que, en una edición mensual, nos pone al tanto de todo respecto al deporte.
Es obvio que me conquistó con su frescura y seguro que compraré la edición de septiembre. Me dio algo que los medios actuales ya no me otorgan: una docena de temas nuevos de conversación además de la política. Eso es algo que mi salud reclamaba de manera vehemente.

Dale, un recomendable descubrimiento:

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