Hace algunos meses, mis amigas de la U me convocaron para festejar que una de ellas había leído su tesis. Considerando que se trata de una situación importante fui, pero toda la noche fue bastante rara.
Primero, la agasajada nunca llegó y, aunque sí había leído su tesis, no iba a ir a festejar con nosotros.
Segundo, ese día había muerto Michael Jackson y su música sonaba en todos los boliches. En varios de ellos encontramos hombres y mujeres que lloraban por el ídolo, pero nosotros no estábamos en la onda Thriller, para ser honestas.
Tercero, como no podíamos ponernos de acuerdo, fuimos de boliche en boliche y terminamos en un antro, donde tuvieron la brillante idea de pedir una jarra de ron. La "jarra" en realidad era una fuente:
De la que había que beber con bombillas:
Cuarto y último: terminamos en mi casa, bailando a Michael Jackson.
Bizarro, todo muy bizarro.
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