martes, 3 de julio de 2007

La verdad sea dicha III

Otra muestra del país que nos ofrece el agro poder cruceño. Se trata de un hecho registrado por el Diario El Deber, el año 2005.

http://www.eldeber.com.bo/20050306/santacruz_6.html
Santa Cruz de la Sierra - Bolivia, Domingo 06, Marzo de 2005
Un empresario encerró una laguna pública

"Hace mucho tiempo que no voy por la laguna, desde que la alambraron. Dicen que es prohibido, porque es propiedad privada. Antes nos quedábamos hasta un mes en el campamento, que era en el mismo lugar donde está la empresa de aceite Rico. Cazábamos y pescábamos”, relató Justo Masimó, un guarayo de 56 años que añora volver a transitar libremente por los alrededores de la laguna Santo Corazón.
El extenso y paradisíaco atajado de agua quedó dentro de la propiedad del industrial aceitero, actual presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Branco Marinkovic, que alambró sus tierras y, según los indígenas lugareños, les privó de las riquezas acuáticas del lugar.
Marinkovic negó tal situación y dijo que alambró su propiedad (denominada empresa agropecuaria Laguna Corazón) para que no le roben sus animales y otros bienes. Sin embargo, los indígenas guarayos denunciaron ante varias instancias esta ilegalidad. Incluso llegaron hasta la Delegación Presidencial Anticorrupción.
Marinkovic construyó un muelle y una lujosa casa a la orilla de la laguna, que colinda con una pista aérea de propiedad del mismo empresario, pese a que las leyes bolivianas consideran que este tipo de reservorio de aguas es de propiedad del Estado.
“Tengo una inversión que oscila entre los cuatro y cinco millones de dólares en esa propiedad que es productiva”, precisó el dirigente empresarial.
Además, existe una resolución municipal (alcaldía de Ascensión), de septiembre de 1997, que declaró patrimonio municipal a la laguna Santo Corazón y dispuso que tenga un kilómetro de circunferencia a su alrededor que sea utilizado para promoción turística.
“Esa construcción que hizo el señor Marinkovic es ilegal. No debió edificar en ese lugar porque es una propiedad municipal”, precisó el alcalde guarayo Robert Shok.
“Construí antes de que emitan esas normas. Hace 15 años que estoy ahí. Además sólo he construido la casa y he respetado lo demás”, respondió Marinkovic.
En septiembre de 1997, la subprefectura de la provincia Guarayos emitió una resolución administrativa que prohíbe encerrar, con alambre de púa, el contorno de la laguna Santo Corazón.
Los dos accesos visibles a la laguna están alambrados. Luego de gestionar la autorización, EL DEBER ingresó por la puerta principal de la propiedad de Marinkovic y llegó hasta la orilla del atajado de agua. Se verificó la existencia de una lujosa construcción colindante con la pista y otra infraestructura industrial. Todo edificado dentro del área donde están prohibidos los asentamientos (un kilómetro).
Para el presidente del Comité de Vigilancia de Guarayos, Carlos Masaí, la laguna Santo Corazón fue ancestralmente un centro de sustento para las familias de los cinco pueblos guarayos.
“Nuestros antepasados venían aquí a cazar, pescar y recolectar fruta, miel y otros productos. Heredamos estas costumbres”, indicó.
Sin embargo, Yasminka Marinkovic, hermana de Branko, aseguró que la laguna Santo Corazón era desconocida por las comunidades vecinas. “Nadie sabía que existía esa laguna porque está lejos de las poblaciones guarayas”, declaró. La versión fue corroborada por Branko.
El alcalde Shok se comprometió a gestionar la apertura de los ingresos a ese reservorio de agua.
“En la cosmovisión del guarayo no existe delimitación de territorio, por eso ellos están alterados ante el alambrado de la laguna”, justificó. “No sé en qué instrumentos legales se sustentó el señor Marinkovic para encerrar esa laguna”, cuestionó.
Oficina Anticorrupción dice que se cometió delito penal
La Delegación Presidencial Anticorrupción recibió una denuncia de Bienvenido Zacu Mborobainchi, enlace departamental del Ministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios (Maipo), a finales del año pasado sobre el caso de la laguna Santo Corazón.
“Se habría evidenciado por una comisión formada por autoridades administrativas y dirigentes campesinos e indígenas de la población de Guarayos, que se hizo presente en dicha laguna, que la misma habría sido objeto de ocupación particular; fue alambrada para impedir su uso y goce por parte de los comunitarios”, señala el informe de la oficina anticorrupción.
Además, advierte que “con este alambrado las personas que resultaren autores, cómplices y terceros involucrados en la apropiación de esta laguna, estarían incurriendo en la comisión de acciones tipificadas por el Código Penal como delitos”, y solicita al Ministerio de Desarrollo Sostenible que remita las denuncias al Ministerio Público.
Desmontaron 761 ha y pagaron Bs 3.000
Un dirigente indígena entregó a EL DEBER la copia de una resolución administrativa (134/2004) de la Superintendencia Forestal, de agosto de 2004, que detalla acerca de la existencia de un desmonte ilegal en los predios de la empresa agropecuaria Laguna Corazón. Se refiere a 761
hectáreas que fueron desmontadas sin autorización y que motivó una sanción económica de Bs 3.000.
Según la familia Marinkovic no existió ningún desmonte ilegal y esa acusación de la Superintendencia Forestal fue errada. “Se equivocaron, porque nosotros teníamos autorización para desmontar y pagamos las patentes”, respondió Branko Marinkovic.
Su hermana, Yasminka, explicó que solamente 20 hectáreas fueron desmontadas al margen de los volúmenes autorizados. Responsabilizó al conductor de la máquina desmontadora de haber arrasado un área sin tener autorización y negó que su empresa hubiese sido sancionada.
El informe No. 134/2004, de la Superintendencia Forestal, en sus conclusiones señala que “la empresa agropecuaria Laguna Corazón, representada por Yasminka Catarina Marinkovic de Jakubek, es responsable de la comisión de la contravención de desmonte ilegal de 761 hectáreas”.
En la parte final, la resolución instruye cobrar a la empresa infractora una patente por superficie equivalente a $us 11.418, y otra patente por volumen equivalente a $us 20.624. También dispone la devolución a la empresa Laguna Corazón de la maquinaria retenida previo pago de la sanción de Bs 3.000.
Branko Marinkovic dijo sentirse perseguido por las instituciones fiscalizadoras. “Me multan por todo y por nada, y cada que cambian de dirigente indígena me acusan”, protestó.

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