jueves, 3 de julio de 2008

Gracias Vero Vero



Verónica siempre me manda cosas que disfruto mucho. Éste es un extracto de una entrevista que mandó a mi mail sobre Eduardo Galeano y su último libro, Espejos. Está demás decir que quiero este libro ¿no?



"El acto de escribir es una tentativa de tocarse con otro"
por Marcelo Pasetti de La Capital
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Eduardo Galeano, uno de los escritores más importantes de Latinoamérica, acaba de llegar de España e Italia, donde ante miles de personas, en diferentes actos, presentó su nuevo libro "Espejos".


- "Desde hace muchos años estoy dedicado a escuchar las otras voces, las no
escuchadas, de tratar de ver los colores escondidos, y la verdad es que eso
me divierte. Las voces del poder me aburren. Sólo generan ecos, y ecos de
ecos. Son las otras las que valen la pena. Y el libro se refiere sobre todo
a los que estuvieron pero no están en la historia oficial", dice este
intelectual de izquierda.


- "Somos todos africanos. Somos todos emigrados. Ahora lo que hay es una ola
de racismo creciente que me preocupa muchísimo", reflexiona.


- "Me hubiese encantado que 'Las venas abiertas de América Latina', que escribí hace muchos años, allá por los fines del '70, fuese desmentido por la historia. Que fuera un tema de arqueología. Me encantaría eso. Pero el libro parece escrito la semana pasada.
Lamentablemente. Yo no lo celebro".


- Admite, durante la entrevista con LA CAPITAL, que discrepa también "con muchas cosas que suceden en Cuba, en Venezuela o en países donde ocurren procesos de los que me siento "solidario" y dice que no es un "fanático religioso" sino un hombre "que cree en ciertas cosas y que es leal a lo que cree, así como es leal a los que quiere".

- ¿Cómo nació "Espejos"? ¿Cómo se organizó su escritura donde hay tanta historia que no se encuentra en los libros de historia?
- Hay 600 historias que se fueron enhebrando unas con otras. Y al final, el libro terminó de escribirme. Porque cuando son verdaderos los libros te escriben, como el vaso del buen vino te bebe.


En este libro hay un rescate claro y contundente de la mujer. Sin dudas, el aporte de Galeano en la desigual lucha contra el poder del hombre en los manuales de historia...
- Las mujeres han sido reducidas a sombras. Ese dudoso elogio que dice que
detrás de cada hombre hay una gran mujer reduce a la mujer a la condición de
respaldo de silla. La verdad que hubo y hay mujeres muy importantes en la
historia de la humanidad, y que los derechos que las mujeres han ido
conquistando, han sido resultado de una lucha muy ardua y por cierto muy
dolorosa. Durante siete siglos y medio la Iglesia consideró que las voces de las hijas de Eva
ensuciaban la pureza del aire. Y eso no se sabe. No se sabe tampoco que no
se portaron demasiado bien las revoluciones laicas. La Revolución Francesa,
por ejemplo. Cuento una historia que para mí era absolutamente desconocida y
creo que para la mayoría de la gente también, que es lo que pasó cuando la
Revolución Francesa proclamó los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Entonces había una militante revolucionaria que se llamaba Olympia de Gouges
que propuso una declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana y
la mandaron a la guillotina. Le cortaron la cabeza.

- Me aburría la historia, ese desfile de héroes, de museo de cera.
Pero cuando descubro que el pasado es presente, y voy encontrando amigos,
amigos que nacieron y murieron hace muchos años o siglos, ya la cosa cambia.
Se convierte en algo que me toca. Uno escribe, en el fondo, para eso. Y es
para eso que uno publica también, para ofrecer amigos y enemigos, para
decirle, bueno, esto que te dijeron de que el pasado estaba divorciado del
presente no es verdad.

- El acto de escribir es una tentativa de tocarse con otro. Las palabras son como dedos
que te tocan. A veces te arañan, a veces te acarician... Por lo menos es lo
que yo siento. Cuando un libro está de veras vivo respira y toca. Esta es la
continuación del libro por otros medios, en el cuerpo a cuerpo. Traen
cartitas, cosas, confesiones, a veces te cuentan historias. Cosas muy
lindas. O uno que te dice "mirá, mi novia me dejó, y hace dos semanas
que estoy intentando y ni siquiera me contesta el teléfono, pero si le llevo un
libro tuyo dedicado..."(risas). Y ahí se va con el libro dedicado.

- "Espejos" se abre, creo que es el segundo texto, con la
pregunta si Adán y Eva eran negros. La pregunta no es tan loca porque existe
unanimidad entre los expertos, los que entienden del asunto, cuando dicen
que todos venimos del Africa. Fue de ahí que nuestros abuelos aprendieron la conquista
del planeta, cuando no se exigía más pasaporte que las piernas. Somos todos
emigrados. Ahora demonizan a los inmigrantes. En primer lugar somos todos
africanos, que es una cosa que convendría que los racistas supieran. Hasta
los pálidos más pálidos son africanos. Y en segundo lugar, somos africanos
emigrados. O sea, las dos condiciones, negros y emigrados, demonizados en el
mundo de hoy, despreciados por los grandes medios de comunicación.



- Es verdad que hay un desprestigio creciente de la palabra. Siento que hay un creciente desprestigio de la democracia, entre los jóvenes, y un desprestigio de la palabra también,
quizás por el desarrollo de los medios audiovisuales de comunicación. Ya es una responsabilidad de los políticos. Esencialmente creo que son los principales responsables de este desprestigio de la democracia que es también un desprestigio de la palabra porque ellos mienten. Entonces
la gente deja de creer en lo que le dicen.

¿Es la coherencia uno de sus bienes más preciados?


- Sí, la coherencia desde el derecho a la diversidad. Derecho de cumplir con
mi conciencia y no con el deber de obediencia. Yo discrepo también con
muchas cosas que suceden en Cuba, en Venezuela o en países donde ocurren
procesos de los que me siento solidario. Pero no solidario desde la
obediencia incondicional ni mucho menos. Cuando algo no me gusta o me parece
que contradice cosas en las que creo, como la diversidad democrática, el
derecho a la libertad de expresión, eso yo lo digo abiertamente.


- Escribo a mano pero después paso a la computadora. Estuve mucho tiempo
antes de decidirme, por mi antigua desconfianza a las máquinas en general.
Soy medio prehistórico y sospecho que las máquinas beben de noche. Pero
ahora sí, paso en computadora y reconozco que es de lo más útil. En el
libro, te cuento, hay otra historia de esas que no se conocen. Cada vez que
uno usa la computadora, que tan útil es, tendría que dar gracias a un señor
que se llamaba Alan Turing que era profesor en la Universidad de Manchester,
y que hace nada más que 60 años fue condenado por homosexual. Hace 60 años,
no 600 años. La policía lo metió preso por homosexual, él se reconoció
culpable de homosexualidad. Los médicos lo curaron de su enfermedad, y
entonces le crecieron tetas, y se le armó un lío en la cabeza tremendo.
Empezó a sentir delirios de persecución, no salía de su cuarto. El tenía la
costumbre de comer una manzana cada noche. Y una noche inyectó cianuro en la
manzana que iba a comer.


Para cerrar, me gustaría conocer su tesis sobre el automóvil. Usted dice
que nos domina...


- Es el miembro más importante de la familia. El mundo está al servicio del
automóvil y ahora, por ejemplo, el asunto es ver cómo le damos de comer a
los autos, no a la gente. Es un mundo lleno de humanos hambrientos pero más
importante es darle de comer a los autos. ¿Qué pueden comer los autos?
Pueden comer caña de azúcar, maíz, soja, lo que sea, porque el petróleo
está cada vez más caro. Es como que somos máquinas de nuestras máquinas. No estoy
en contra de los autos, pero sí en contra de la dictadura de los autos.

Usted siempre se ocupó de América Latina, con amor pero con dolor también.
¿Cómo ve la región, cuyos políticos parecen no terminar de entenderse en lo
que usted mismo definió alguna vez como el reino de la diversidad?


- Soy muy optimista. Ahora hay una energía de cambio que se manifiesta de
mil maneras. Es una región que por suerte es diversa, y que desde afuera no
se entiende. ¡Qué se va a entender! En Europa, te digo, a veces me cabreaba
con las entrevistas. Hice mil entrevistas y siempre llegaban el punto de
América Latina. Llegaba la pregunta : "¿Y usted qué opina del
populismo?" o "¿le preocupa el populismo?". Al final yo terminé contestando:
"Miré, a mí me parece que la influencia de Berlusconi (Silvio), Sarkozy (Nicolas), y
otros populistas, en América Latina no es tan grave". ¡Que se miren al
espejo! ¿Pero qué es esta absurda costumbre, colonial y
colonialista de tomarnos examen todo el tiempo? ¿Pero qué se creen estos? A
veces me cabreo también. Por suerte, aparece tanta gente linda que uno dice,
bueno, la verdad me formé en el internacionalismo, y en eso creo. El mundo
no merece fronteras. Los mapas del alma no tienen fronteras y uno siempre
encuentra gente linda en todas partes. Pero las ondas dominantes, hoy con la
manija que le dan los grandes medios, a veces te cansan.



- Por ejemplo, ahora en Italia me espantó este otro tema que aparece en los libros que son los
gitanos. Que hay que quemarles los campamentos, que
hay que echarlos a todos. Aunque sean gitanos italianos. El italiano medio
cree que el gitano es un señor que se dedica a secuestrar niños. Los gitanos
roban niños, contesta la gente en las encuestas. En los días en que yo
estuve apareció, y no se publicó casi en ningún lado, por supuesto, un
informe muy interesante, una investigación de la Universidad de Verona
realizada entre 1986 y el 2007. Unos cuantos años de investigación y la
conclusión es que no hay ni un solo caso de secuestro de niños por parte de
los gitanos. Ni uno solo.


¿Y este informe no se difundió?

- No, para nada. La gente está convencida de que los gitanos roban niños.
Pero no los roban. Hay un desencuentro total entre la realidad, tal cual es,
y la realidad tal cual la cuentan los fabricantes de opinión.


-La explotación de los recursos naturales es pan para hoy y hambre para mañana, y no dejan más que agujeros y fantasmas. Esa historia se repite. No porque la historia quiera repetirse.
La historia no tiene el menor interés en repetirse, pero bueno, cuando uno
no aprende de ella está condenado a repetirla. Y eso es lo que nos ocurre.
El monocultivo es devastador. El de la soja ni que hablar.¡Esta sojización de
la Argentina, para colmo con soja transgénica, que es la peor...! Es como
una historia que vuelve. Y no aprendemos, no hay caso. Somos como mulas,
porfiados.¿Esta persistencia por trabajar por nuestra propia perdición qué
explicación tiene? ¿Cómo no nos damos cuenta que tenemos que defender
nuestras riquezas naturales, que son las más importantes? La tierra, el
agua, el aire, las riquezas del subsuelo... Se repite lo de siempre.



1 comentario:

La Vero Vero dijo...

De nada, Warmi querida, de nada; que para eso está la magia de las letras, para soplarla a los cuatro vientos y que alguien la agarre. Un abrazo