lunes, 25 de febrero de 2008

Lunes, otra vez


Sé que no seré nada original, pero odio los lunes, como toda la gente racional.
Esta mañana, desperté temprano intentado avanzar. Pero a las siete y cuarto me percaté de que no, no iba a alcanzar.
Entonces esperé a llamar a mi trabajo y solicitar otro medio día de compensación. Me quedan dos, que seguramente perderé, pero ni modo.
Tomo mi compensación y entonces me pregunto qué hubiera hecho si iba a trabajar. En medio de los correteos, el perro escapa de la casa y se enfrasca en una riña callejera estilo comisaría de populoso barrio. Mis hijos gritan desesperados. Imagínense a un chapi blanco en medio de seis perros callejeros que le doblan en tamaño, en edad y en fuerza.
Intentamos que reciba menos de lo que merece y cuando al fin logramos que entre a la casa, cruzó en medio de mis piernas y me hizo caer, en las gradas, como un costal de papas.
Sólo recuerdo que intenté salvar mis lentes y que hice una contorsión a la izquierda.
Cuando me levanté, sentí un fuerte dolor en todo el costado izquierdo. Un dolor ya conocido.
Mi mamá y mi hija corrieron a ayudarme y me senté en la salita, a tranquilizarme.
Bertha, la nueva nana de mis hijos, también corrió a ayudarme. Empezó a trabajar hoy y no sabe dónde está nada, como es natural. Le pedí que traiga la plancha y resulta que no funciona, está quemada.
Entre eso y la comida, ha pasado ya toda la mañana.
El Escudero vino al medio día, y viendo lo pálida que estaba se ofreció a llevar a los chicos al colegio.
Por fin pude echarme un ratito, para tomar fuerzas para venir a trabajar. Y decido venir en buzo, porque no tenía ganas ni de tacos, ni de traje, ni de abrigo, ni de nada. Cuando estaba cambiándome, miro mi rodilla y está un poco hinchada. Y el dolor del costado no ha disminuido aún.
Ahora acaba la tarde, en medio de negociaciones con imprentas y dibujantes, lo único que quiero es recoger a mis hijos, tomar un rico tesito y echarme a dormir, a ver si el dolor pasa y, por fin, es martes.

2 comentarios:

Vania B. dijo...

Que Lunes de M no?

Lo único que me gusta de los Lunes es el Etno, aunque no siempre pueda ir y a la ida y a la vuelta me muera de frío. Anoche estuvimos con el perrorabioso acordándonos de vos.

Abrazos!

Daniela Otero dijo...

Se acordó perrorabioso de mí? Mándale un saludito de mi parte. Y también a los otros blogueros. Y a ver cuándo nos vamos a tomar un cafecingo, oiga, que el de la película estuvo fenomenal.