La vergüenza

Me he quedado con la boca abierta. El mismísimo cardenal Julio Terrazas afirma que no hay esclavitud de guaraníes en el Chaco boliviano. ¿Qué le sucede? ¿Fue tan fácil desenmascararlo? ¿O tuvimos una lección de supina ignorancia?
Para superar, por lo menos en algo, la vergüenza ajena que el cardenal nos hizo pasar, es necesario recordarle que:
- La Organización de Estados Americanos (OEA, para información del señor Terrazas) ha instruido, si, instruido al Estado boliviano que adopte las medidas de protección necesarias para asegurar la integridad de todas las familias guaraníes que viven todavía en las haciendas, sus dirigentes y asesores quienes acompañan el proceso de implementación DEL PLAN DE LIBERACIÓN DEL PUEBLO GUARANÍ.
- El Defensor del Pueblo, ya el año 2005, realizó una investigación de oficio, luego de la cual, RESOLVIÓ exigir al gobierno ATENDER, RESOLVER Y ERRADICAR LA PROBLEMÁTICA DE LA SERVIDUMBRE Y EL EMPATRONAMIENTO EN EL CHACO BOLIVIANO, incluyen un Plan de Emergencia que ATIENDA LA SITUACIÓN DE FAMILIAS GUARANÍES QUE ACTUALMENTE SE ENCUENTRAN EN SITUACIÓN DE ALTA VULNERABILIDAD, otorgándoles EN FORMA INMEDIATA las condiciones y los medios básicos de subsistencia.
- Además, recomendó al gobierno FORMULAR Y EJECUTAR POLÍTICAS DE GESTIÓN A FAVOR D ELA POBLACIÓN CAUTIVA del Chaco, orientadas a incorporar al pueblo guaraní a la vida económica, social y jurídica del país.
- También exigió que el gobierno PROCEDA a la implementación de un Plan de asistencia técnico legal y de capacitación en derechos indígenas a ser ejecutado en forma inmediata y sostenida en toda la región del Chaco, en relación CON LA SITUACIÓN DE SERVIDUMBRE Y EMPATRONAMIENTO para superar el desconocimiento de los derechos humanos.
- Crear oficinas de Inspectores del Trabajo en las localidades de Huacareta y Muyupampa para efectuar DE OFICIO Y EN FORMA INMEDIATA, la aplicación y el cumplimiento de la legislación laboral y social EN BENEFICIO DE LAS FAMILIAS EMPATRONADAS Y COMUNIDADES CAUTIVAS a objeto de que se pueda ERRADICAR LA ILEGAL RELACIÓN y restituir todos los derechos vulnerados que se hubiesen producido COMO CONSECUENCIA DE LA EXPLOTACIÓN LABORAL Y LA SERVIDUMBRE DE QUE SON OBJETO.
Se suponía que, por lo menos por guardar las apariencias, la Iglesia católica debería manifestarse a favor de los desposeídos, de los pobres, de los explotados. Se suponía que eso es lo que predican diariamente en los púlpitos de las capillas. Se suponía, en fin, que no merecemosla cobardía de un cardenal que no tiene ningún empacho en cruzar la barda para quedarse al lado de los poderosos. Lo que hizo el cardenal sólo puede provocar repugnancia y desprecio para un hombre que, desde hace tiempo, atiza el enfrentamiento, promueve el racismo y envalentona a los pícaros que además del bate de béisbol ahora podrán empuñar una cruz.