Camaradas, hermanos, compañeros y amigos:
Vivimos momentos de una grave crisis institucional y política que deriva en una pérdida de autoridad del gobierno más democrático de la historia nacional, en cuanto a inclusión social. Los sectores reaccionario-fascistas y conservadores han logrado bloquear los procesos de cambio y están intentando volcar la correlación de fuerzas sociales en su favor a través de una serie de operaciones de carácter político, mediático, económico y psicológico.
Los planes conspirativos se inician en todas partes del mundo del mismo modo. Se provocan muy fácilmente hechos violentos con toda clase de motivos reales o supuestos para crear condiciones generales de inseguridad, tensión, miedo y crisis de carácter generalizado. Marchas de "pacifistas", mítines en los centros privilegiados de las ciudades importantes, huelgas de hambre; bloqueos pagados de carreteras y avenidas con motivos insustanciales que nada tienen que ver con reivindicaciones sociales; utilización de legítimas necesidades que son magnificadas por la propaganda manipulada; trabajo sistemático para amedrentar a las capas medias, proclives a volcarse a posiciones oportunistas.
La conspiración antinacional tiene en Bolivia operadores visibles: el Comité Cívico de Santa Cruz aparece como el Estado Mayor y punta de lanza del complot; los comités Cívicos del Beni, Pando y Tarija, coadyuvados por los de Chuquisaca y Cochabamba; las prefecturas de la "media luna". Branko Marinkovic, Rubén Costas, Mario Cossío, Manfred Reyes Villa, Suárez, José Luis Paredes y paramilitares conocidos como Moisés Chiriqui, son las personalidades que encabezan la conspiración. Por otra parte y en un segundo plano se encuentran los partidos políticos tradicionales de derecha y sus dirigentes, Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina, los desacreditados dirigentes del MNR, e indigenistas resentidos que han perdido protagonismo empero suman sus fuerzas esmirriadas al complot subversivo.
Las estructuras militarizadas y paramilitarizadas son múltiples. En primer lugar aparece la tristemente célebre "Unión Juvenil Cruceñista", que dice contar con miles de "combatientes", luego están grupos de mercenarios extranjeros, especialmente colombianos y brasileños que tienen como ocupación principal el resguardo físico de los latifundios de los "logieros", tierras usurpadas a los campesinos e indígenas orientales. Grupos de "hijitos de papá, falangistas, neonazis, delincuentes comunes y otros resucitados.
Los medios de censuran, se autocensuran, dicen medias verdades y manipulan. Esto sucede con la mayoría aplastante de los canales de televisión y las radios de largo alcance, en especial con algunos medios como Panamericana y Fides, canales 2, 9, 11, 36, 39 y otros. El canal estatal que debe responder a la política del Gobierno, tiene periodistas oportunistas y proclives a la derecha.
La derecha ha obtenido el control del Poder Judicial. Abogados mediocres y corruptos manejan colegios, magistraturas, vocalías, judicaturas y personal subalterno para ponerlo al servicio de la conspiración. El control del Poder Judicial, le permite a la derecha tener el reconocimiento "jurídico" de todos sus atropellos, como los cometidos contra la propia Asamblea Constituyente.
Conclusiones:
- Vivimos un proceso de guerra declarada. En resumen, en Bolivia vivimos ya prácticamente una guerra declarada desde la media luna contra el proceso de cambios que desconoce al gobierno como legal y legítimo y por lo tanto la desobediencia civil ya es un hecho consumado.
Es evidente la debilidad ideológica y política del gobierno. El Gobierno del MAS parece ignorar la gravedad de los acontecimientos. El oficialismo permite que cualquier opositor insulte, falte al respeto, denigre y ofenda a los dignatarios de Estado que, al no tener la autoridad sobre los mecanismos legales de represión de los delitos como los de sedición, desacato, éstos quedan en la impunidad.
- La conspiración antipatriótica, el complot reaccionario fascista tiene dos objetivos principales que pueden ser alternativos:
1) Provocar el total desprestigio del gobierno para derrocarlo mediante la violencia o, en su caso, "pacíficamente" mediante el acortamiento del mandato o la renuncia del Presidente.
2) Dividir o balcanizar Bolivia por lo menos en dos Estados: Uno oriental como base de operaciones del Ejército yanqui y como colonia de obtención de recursos naturales como petróleo, gas, agua, bosques, y otro andino y restringido a la parte occidental del país. Los referendos sobre los estatutos autonómicos departamentales tienen el fin fundamental de ejecutar la desintegración del país.
Con el fin de derrotar el complot subversivo, los pueblos de Bolivia, sus obreros y proletarios, sus campesinos e indígenas originarios, sus clases medias empobrecidas, sus intelectuales patriotas, sus estudiantes no contaminados, sus mujeres y madres, sus ancianos, sus niños y sus adolescentes, todos, todos los bolivianos que aman a su Patria y que no quieren verla convertida en un conjunto de estadillos miserables, sino en una parte de la Gran Patria Latinoamericana, convergemos en un poderoso y creciente Frente Popular Revolucionario antifascista y antiimperialista que propone como objetivo primario del momento: derrotar a la ofensiva fascista del imperialismo criminal.
¡VIVIR Y LUCHAR POR EL PUEBLO!
La Paz, Bolivia, Territorio libre de fascismo.
1er. Encuentro Nacional Antifascista.
29-03-08.
Vivimos momentos de una grave crisis institucional y política que deriva en una pérdida de autoridad del gobierno más democrático de la historia nacional, en cuanto a inclusión social. Los sectores reaccionario-fascistas y conservadores han logrado bloquear los procesos de cambio y están intentando volcar la correlación de fuerzas sociales en su favor a través de una serie de operaciones de carácter político, mediático, económico y psicológico.
Los planes conspirativos se inician en todas partes del mundo del mismo modo. Se provocan muy fácilmente hechos violentos con toda clase de motivos reales o supuestos para crear condiciones generales de inseguridad, tensión, miedo y crisis de carácter generalizado. Marchas de "pacifistas", mítines en los centros privilegiados de las ciudades importantes, huelgas de hambre; bloqueos pagados de carreteras y avenidas con motivos insustanciales que nada tienen que ver con reivindicaciones sociales; utilización de legítimas necesidades que son magnificadas por la propaganda manipulada; trabajo sistemático para amedrentar a las capas medias, proclives a volcarse a posiciones oportunistas.
La conspiración antinacional tiene en Bolivia operadores visibles: el Comité Cívico de Santa Cruz aparece como el Estado Mayor y punta de lanza del complot; los comités Cívicos del Beni, Pando y Tarija, coadyuvados por los de Chuquisaca y Cochabamba; las prefecturas de la "media luna". Branko Marinkovic, Rubén Costas, Mario Cossío, Manfred Reyes Villa, Suárez, José Luis Paredes y paramilitares conocidos como Moisés Chiriqui, son las personalidades que encabezan la conspiración. Por otra parte y en un segundo plano se encuentran los partidos políticos tradicionales de derecha y sus dirigentes, Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina, los desacreditados dirigentes del MNR, e indigenistas resentidos que han perdido protagonismo empero suman sus fuerzas esmirriadas al complot subversivo.
Las estructuras militarizadas y paramilitarizadas son múltiples. En primer lugar aparece la tristemente célebre "Unión Juvenil Cruceñista", que dice contar con miles de "combatientes", luego están grupos de mercenarios extranjeros, especialmente colombianos y brasileños que tienen como ocupación principal el resguardo físico de los latifundios de los "logieros", tierras usurpadas a los campesinos e indígenas orientales. Grupos de "hijitos de papá, falangistas, neonazis, delincuentes comunes y otros resucitados.
Los medios de censuran, se autocensuran, dicen medias verdades y manipulan. Esto sucede con la mayoría aplastante de los canales de televisión y las radios de largo alcance, en especial con algunos medios como Panamericana y Fides, canales 2, 9, 11, 36, 39 y otros. El canal estatal que debe responder a la política del Gobierno, tiene periodistas oportunistas y proclives a la derecha.
La derecha ha obtenido el control del Poder Judicial. Abogados mediocres y corruptos manejan colegios, magistraturas, vocalías, judicaturas y personal subalterno para ponerlo al servicio de la conspiración. El control del Poder Judicial, le permite a la derecha tener el reconocimiento "jurídico" de todos sus atropellos, como los cometidos contra la propia Asamblea Constituyente.
Conclusiones:
- Vivimos un proceso de guerra declarada. En resumen, en Bolivia vivimos ya prácticamente una guerra declarada desde la media luna contra el proceso de cambios que desconoce al gobierno como legal y legítimo y por lo tanto la desobediencia civil ya es un hecho consumado.
Es evidente la debilidad ideológica y política del gobierno. El Gobierno del MAS parece ignorar la gravedad de los acontecimientos. El oficialismo permite que cualquier opositor insulte, falte al respeto, denigre y ofenda a los dignatarios de Estado que, al no tener la autoridad sobre los mecanismos legales de represión de los delitos como los de sedición, desacato, éstos quedan en la impunidad.
- La conspiración antipatriótica, el complot reaccionario fascista tiene dos objetivos principales que pueden ser alternativos:
1) Provocar el total desprestigio del gobierno para derrocarlo mediante la violencia o, en su caso, "pacíficamente" mediante el acortamiento del mandato o la renuncia del Presidente.
2) Dividir o balcanizar Bolivia por lo menos en dos Estados: Uno oriental como base de operaciones del Ejército yanqui y como colonia de obtención de recursos naturales como petróleo, gas, agua, bosques, y otro andino y restringido a la parte occidental del país. Los referendos sobre los estatutos autonómicos departamentales tienen el fin fundamental de ejecutar la desintegración del país.
Con el fin de derrotar el complot subversivo, los pueblos de Bolivia, sus obreros y proletarios, sus campesinos e indígenas originarios, sus clases medias empobrecidas, sus intelectuales patriotas, sus estudiantes no contaminados, sus mujeres y madres, sus ancianos, sus niños y sus adolescentes, todos, todos los bolivianos que aman a su Patria y que no quieren verla convertida en un conjunto de estadillos miserables, sino en una parte de la Gran Patria Latinoamericana, convergemos en un poderoso y creciente Frente Popular Revolucionario antifascista y antiimperialista que propone como objetivo primario del momento: derrotar a la ofensiva fascista del imperialismo criminal.
¡VIVIR Y LUCHAR POR EL PUEBLO!
La Paz, Bolivia, Territorio libre de fascismo.
1er. Encuentro Nacional Antifascista.
29-03-08.
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