martes, 20 de enero de 2009

Cotidianas


Esa había sido siempre mi forma de ser. Adoptar decisiones era la parte que más me dolía, la que me llevaba por la calle de la amargura. Pero una vez que tomaba la decisión, me limitaba a seguirla...Por lo general, con el alivio que daba el haberla tomado.
Pareciera que están hablando de mí, pero no, se trata de la protagonista de esta novelita para adolescentes que me enganchó como no se imaginan. Es que ahora yo también tomé una decisión y actué en consecuencia.
Los días lluviosos me ponen en un estado diferente de conciencia, en el que, como hoy, no sólo decido y actúo, sino que también me da, esto, ya saben...ganas de caminar debajo de la lluvia, con mi paraguas anaranjado. De comprarme un donut de almendras y alguna chuchería, como estos diminutos aretes :

Y entrar a una librería y comprarme la felicidad que me faltó durante la última semana, con algunos bolígrafos de colores, como éstos:


Para escribir todo en mi nuevo cuaderno:

Éste, que me hice hacer después de haberme resistido a escribir desde septiembre pasado:

Y que tiene esta hermosa tapa, trabajada por mi artista particular, Tutty, que cada año me deleita con mis cuadernos.


A ver, díganme si no es bonitoooo....Llegar a la oficina y ver un panorama como éste:




Resistirse a trabajar y escribir cualquier cosa con tal de amainar las tormentas del corazón...

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