lunes, 5 de enero de 2009

Vencida



Deben ser las cervezas que ayer tomé y con las que dijimos que diríamos adiós a los últimos coletazos de nuestra crisis. O quizá el RedBull que me tomé esta mañana en el trabajo y que terminó deprimiéndome. O el cigarrillo que a duras penas encendí. O las pilas agotadas del control del único y viejo televisor que nos queda. O la vieja loca que tocó el timbre hasta volver sordo a mi pobre y asustado hijo. O el cajero que siempre nos responde cerocero, cuando preguntamos por el saldo. O el cierre de gestión que impide que nuestros sueldos ingresen en nuestras cuentas. O las cientas de cuadras que acumulo en mi haber cada vez que voy y vuelvo del trabajo. O esa conversación sin sentido con mi amiga, que se quejaba de que una "llama de La Paz " le quitó el ascenso a directora. No sé, pero hoy sentí que estoy contra las cuerdas. Que ya no puedo seguir batallando. Que ya ni la música alegra mi espíritu. Que no tengo esperanza. Que ya, que eso es y que caigo. Ok. Estoy vencida. Listo.

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