miércoles, 24 de septiembre de 2008

Decisiones


  • Llevo no sé cuántas semanas trabajando 14 horas diarias, incluso los sábados y domingos.
  • Mi cuerpo me exige descanso y cuando se lo doy, exige más.
  • Mis manos están entumecidas, ya se niegan a escribir.
  • Mi vida está desbocada, como un caballo sin rienda.
  • Tengo un hondo pesar en el corazón, al ver a mis hijos solos, cuando más me necesitan.
  • Vienen tiempos duros para mi familia y no me puedo permitir estar ausente.

Hoy tomaré decisiones. Esto no compensa.