viernes, 5 de septiembre de 2008

Una merecida respuesta


Extracto de un artículo de mi entrañable amigo Marco Aimaretti:

Para "don" Humberto y su "Nosotros, los sucios"
Yo como hombre común, ciudadano común, que como cualquier ciudadano común, me siento compelido a opinar, sobre su “Nosotros, los sucios”, en el cual pretende hacer defensa cerrada de la noble, pero muy devaluada misión de los trabajadores y trabajadoras de la prensa.No tengo 50 años de oficio en nada, solo soy un cincuentón, preocupado por lo que actualmente pasa en nuestro país y por eso, no me dice mucho que usted se mente así mismo, para pasar luego a realizar afirmaciones preocupantes.
Indica usted, que en ninguna de las funciones que le tocó desempeñar, vinculado a los trabajadores de medios, ha “tolerado, ni ocultado ni aceptado que ninguno de sus afiliados asesine a nadie, como en cambio ocurrió con el Presidente”… Antes de pasar a comentar esto, recordarle que usted nunca tuvo afiliados, fue la organización a la que circunstancialmente representaba.
Por aquellos años, los periodistas actuaban por convicciones y los que se prestaban al juego de las dictaduras y autocracias, eran repudiados por los trabajadores y trabajadoras de la prensa. Pero por encima de todo, los trabajadores de la prensa eran perseguidos, asesinados, torturados por la dictadura movi-falangista de Bánzer.Usted, aprovechando las libertades y garantías constitucionales que existen en Bolivia, se permite levantar otra acusación más contra el Presidente Morales: Narcotraficante. Surge la pregunta: Por qué razón, usted “notable” y conocido ciudadano “boliviano”, haciendo uso de sus derechos constitucionales, no ha tenido el valor de denunciarlo públicamente.
Luís García Meza, por si no lo recuerda usted, no solo usó a las Fuerzas Armadas para atacar a los medios, usó también paramilitares bolivianos y extranjeros para asesinar a periodistas como Luis Espinal Camps, ante lo cual estoy seguro usted guardó silencio.
Pero además, usted no conforme con ello, se refiere al “también afeminado vicepresidente”. Si Morales fuera afeminado, igual según usted, a su vicepresidente, pregunto si esto realmente representa alguna limitación para ejercer las primeras magistraturas del Estado boliviano, en un siglo donde gays, lesbianas y trabajadoras sexuales reivindican derechos en todas las sociedades del mundo.
Me pregunto si usted alguna vez escribió, acerca de la necesidad de que en Bolivia, los trabajadores y trabajadoras de la prensa sean mejor remunerados y dejen de ser tratados como fichas de poco valor en el exitoso negocio de la comunicación. Si en algo tiene razón usted, es que también los trabajadores y trabajadoras de la prensa, tienen salarios miserables y encima se los obliga a exponer su vida y lo que es más grave, se los pone como carne de cañón para que el pueblo descargue la ira que acumulan por los abusos de esa tan vapuleada libertad de expresión y derecho a la información, pero reitero, estoy seguro de que usted nunca ha escrito nada sobre eso, seguramente dirá, todos tenemos el derecho a elegir de qué y cómo vivimos.Me pregunto, si usted escribió o hizo algo, cuando estaba al frente el año 1971 de la Federación Nacional de la Prensa. Estoy seguro de que no hizo absolutamente nada.Si de coraje podemos hablar, deberíamos recordar que cuando Evo Morales era dirigente cocalero activo fue torturado hasta ser dado por muerto por agentes de la DEA y lanzado a un barranco y a partir de ahí, surge un hombre dispuesto a dar su vida por la transformación social en el país.
Parece estar cada vez más claro que usted quiere poner en la picota la cabeza del indio Morales para que el “confundido pueblo” por “opinadores” como usted, liberen al “barrabás media – lunero” de Rubén Costas Aguilera, para que continúe haciendo de las suyas en este mundo de Dios.

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