miércoles, 10 de diciembre de 2008

Meditaciones

Una de las principales lecciones que he tenido durante este año es que en la vida hay que ser flexible y aprender a adaptarse.
Yo, que me desespero cuando algo no es como quiero, he llegado a la conclusión de que hay que conseguir disfrutar de las cosas a pesar de las limitaciones que pudieran presentarse.
Por eso, esta mañana caminé por el centro de la ciudad y disfruté de la caminata. Hasta ayer, miraba el lado negativo: tener que tomar varios vehículos para llegar a donde todos los días tengo que llegar.
Y también he disfrutado despertar esta mañana y en lugar de lamentarme por tener que correr a la oficina, bajar a mi cocina y escuchar mi música, mientras lavaba los platos.
Y en mi oficina, disfruté que me dijeran que cada uno hará lo que debe. Ahora no debo tomar decisiones ni pelearme con nadie para que se haga lo que se tiene que hacer. Cada uno será responsable de su trabajo.
En resumen, entendí la lección que hace tiempo me había dado la D.M.: Aunque no lo parezca, el mundo está como debiera. Por eso, reproduzco el poema en el que esa frase se encuentra:

DESIDERATA

Camina plácido entre el ruido y la prisa
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.

En cuanto sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.

Enuncia tu verdad de una manera serena y clara
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.

Esquiva a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.

Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado,
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.

Mantén el interés en tu propia carrera
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro
en el fortuito cambiar de los tiempos.

Sé cauto en tus negocios
pues el mundo está lleno de engaños,
más no dejes que esto te vuelva ciego
para la virtud que existe.

Hay muchas personas que se esfuerzan
por alcanzar nobles ideales.
La vida esta llena de heroísmo.

Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto

Y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.

Acata dócilmente el consejo de los años
abandonando con donaire las cosas de la juventud.

Cultiva la firmeza del espíritu,
para que te proteja en las adversidades repentinas.

Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.

Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.

Tú eres una criatura del universo.
No menos que las plantas y las estrellas,
tienes derecho a existir.

Y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.

Por eso debes estar en paz con Dios
cualquiera que sea tu idea de El.

Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.

Aún con toda su farsa,
penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.

Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!

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