Una cosa que sólo saben mis amigos es que soy devota del Apóstol Santiago. Algún día les contaré con más detalle esto, pero en mi casa tengo una imagen de este santo. Apareció de pronto en mis sueños y ahora, cada año, le hago una pequeña fiesta familiar. Varios de los amigos que conocí en los últimos años resultaron también ser devotos. Una de ellas incluso pasará su preste el 2010. Y a propósito, con el Tata Santiago aprendí a amar a la morenada y a gustar de las prestes. Cada vez que llega julio y agosto tengo mi agenda llena de fiestas en honor al Tata. Y además, este año, durante la fiesta que le hice en mi casa, dos familias me pidieron la imagen, una para el 2009 y la otra para el 2010. Sin querer queriendo, Santiago me convirtió en prestera, pero a mi imagen no la paso. Me comprometí a comprar otra para que comenzara a circular.
martes, 30 de diciembre de 2008
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