La lluvia se ha convertido en una bendición purificante para mí. Y díganme, cómo no sentirse purificada si:
- El agua clara limpia las calles de la ciudad.
- Encuentro un artilugio que puso en mi blog una buena parte de mi música.
- Hoy despido el año con unas amigas entrañables.
- Mi nuevo trabajo me gusta cada día más.
- Y me dieron una noticia que no me deja otra alternativa que comprometerme de por vida a trabajar por ser una mejor persona.
3 comentarios:
Tiene que llover para que salga el arcoiris, no?
Un vino a mi llegada, para celebrarlo. Baile y sonrisas:)
Cuándo llegas, compañera?
Pronto!
el 22 al mediodía! mi celu estará encendido y yo chocha!
Nos vemos :)
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