martes, 30 de diciembre de 2008

Siete cosas VII


Finalmente, confieso que soy demasiado habladora, coincidentemente (van dos) con quien me pasó el meme. No cuento chismes, me emputan, pero sí cuento toda mi vida a todos y digo lo que pienso así, sin más. Eso me ha traído muchos dolores de cabeza, desde graves peleas con mis jefes hasta supuestos amigos que terminan tergiversando todo y aprovechándose de mis confidencias para utilizarlas en su beneficio.
Estoy tratando de ser más discreta, pero mientras lo logro, me consuela saber que soy una sola persona. Si un día me conocen personalmente verán que soy exactamente igual que en el blog. Soy yo, la misma, frente al doctor, frente a mi jefe, frente a mis hijos o frente al presidente de la república. Será por eso que me incomodan los poseros, los "yo puse, yo tuve, yo dije", los que adoptan un acento diferente para llamar la atención, los marrulleros, los que dicen negro de mierda sin mirarse en el espejo, las mojigatas, las hechas a las vírgenes, las señoras de su casa, los aburridos pero, sobre todo, los ll’unkus.

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