Gracias y ajos

No voy a volver a dar lata con este asunto. En realidad, esta entrada es sólo una forma de agradecimiento.

El domingo, después de ducharme, boté una toalla en la silla que tengo en mi dormitorio. En la misma silla donde pongo la mochila con la laptop. Los ladrones deschaparon todos los cajones, los de la cómoda, los de los veladores, los del peinador...rebuscaron el maletín del Escudero. Es decir, saquearon mis aposentos. Pero, por suerte, no levantaron la toalla y la preciosa está sana y salva.
Como también están a salvo todas las cosas de la oficina -o sea libros, fotos y discos- y todas las cosas de la cocina. En esta cocina, está un equipo nuevo de música que ahora será trasladado al living y también estaba el televisor viejito que reemplazamos cuando compramos los que nos robaron.
Y, aunque cada día nos percatamos de una nueva pérdida -los hijos de su "·$·%%$ madre se llevaron hasta mi MP3 con toda mi musiquita- y el recuento ya supera los dos mil dólares; no estamos como hubiéramos podido estar si los vecinos no llamaban a la policía.
Por eso, va este agradecimiento público, a Ronny, Marina y Carla, que llegaron antes que nosotros al departamento, cuando el dueño de casa les avisó de lo sucedido. A Sergio, Sory y Paolo, que dejaron de almorzar por venir a nuestro encuentro. A Julio y Sussy, por venir también corriendo a consolarnos. A mi mamá, que lloró junto a mí desde la distancia. A todos los vecinos -al que llamó a la Policía y a los que vinieron a ayudarnos con su testimonio-, a nuestros amigos, que vía mail o celular nos mandaron abrazos y consuelo y -cómo no- a Kiko y a Beto, que se negaron a comer el pan envenenado, se enfrentaron a los malhechores y ladraron hasta quedarse afónicos.
Todo lo perdido se podrá reponer. O al menos, eso esperamos.
Ayer en la noche me di cuenta de que se habían llevado el cargador de mi celular. Y no es por el cargador, pero disculpen, no puedo evitar decirlo: LA PUTA MADRE QUE LOS PARIÓ, LADRONES MALNACIDOS.
Ufff. Lo siento, pero tenía que desahogarme con alguien. Momento y blog equivocados, por hoy. Un abrazo.